Quizás has de enfrentarte a una decisión brutal que te afectará a ti y a quien más quieres.
Es imposible saber si te saldrá bien. O no.
Pero solo desde una posición de fortaleza podemos ayudar a quien lo necesita con mayor solidez. Si el capitán pierde el norte en la tormenta, toda la embarcación se va a pique.
La resiliencia, el coraje, el valor de rebotar solo se demuestran cuando se está abajo, j*dido, con la cara metida en el barro.
Levantarse no siempre es de una sola vez, ni implica no volver a caer. Levantarse es ser ese hijo de la gran p*ta que le dice a sus circunstancias: conmigo no podrás. Quien mira a la cara a su destino y decide cambiarlo.
Adelante. Sé luz. Hay mucha, muchísima gente que vive a oscuras pero a la que le ac*jona encender la luz.
Pero hay muchas otras que necesitan saber que, siquiera, hay luz.
Ábreles el paso.
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