miércoles, 25 de marzo de 2009

Rentabilización de Relaciones

Cuanto más hablo con la gente, más se da uno cuenta de la fijación por vender. Todo el mundo vende algo: un CV, un proyecto, una habilidad, una capacidad. Parece que todo debe tener una conversión en dinero para ser valorable por la sociedad.

La saturación de productos y servicios a los que estamos expuestos potencia la creatividad y diferenciarse ya no es una opción suficiente. No importa qué sepas hacer, sino a quién conoces... para vendérselo (si es de calidad, ojo).

Brokers, mediadores, 'lobbistas', agentes, representantes, intermediarios, consejos de administración... son buenas formas de cobrar sin trabajar mucho y añadiendo mucho valor. Una especie de celestinos entre negocios que pueden beneficiarse mutuamente. El intermediario no tiene por que ser un especialista en el producto o servicio, aunque sí conocer sus prestaciones y beneficios.

Ejemplo real: tipo en Londres (conocido hace unos meses) con muchos contactos (celestino/matchmaker), conoce directivos de sociedades de capital riesgo (el novio), a quienes conecta con proveedores de ideas de negocio y emprendedores (la novia). Los presenta. Novio gusta a novia y novia gusta a novio. Se produce la boda (empresarial/inversora) y nuestro celestino cobra por la relación y, si el proyecto tiene éxito, un porcentaje de plusvalía por la venta de la empresa (por el divorcio -amigable, se entiende-).

El tipo anda todavía cobrando sin mover un dedo por relaciones que facilitó hace 2 y 3 años. Ingreso pasivo, que lo llaman.

¿Cómo era eso?: trabaja mejor, no más.

2 comentarios:

  1. Creo que esa es la explicación del porqué los ricos de por acá, y creo que de todas partes, siguen manteniendo su nivel de riqueza. Todos ellos estan inmersos en un ambiente propicio para que se den las relaciones adecuadas de negocios para beneficio de ambas partes.


    Me encanta internet, pues no necesito salir de mi casa para poder tener contacto con personas que responden sin intención a muchas de mis inquietudes.

    Un saludo!

    Fabián

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  2. Ciertamente, en muchas ocasiones no es tanto 'qué' sepa hacer uno (que suele ser rápidamente imitable de forma más barata, más rápida, mejor), sino 'a quién' se conoce.

    No hace falta ser 'rico' para beneficiarse de ello: si uno va a montar una empresa, lo que necesita de partida es una cartera, por pequeña que sea, de primeros clientes. ¿Y quiénes son los mejores primeros clientes?: nuestros familiares, amigos, colegas... y amigos de amigos, colegas de colegas... y así, ad infinitum.

    Y más allá. Hacer crecer nuestra red de contactos es clave como animales sociales (Platón ya apuntaba esto) que somos para crecer en todos los sentidos, también en el personal... ergo no solo en el bolsillo (Csikszentmihalyi). Personalmente, creo que tiene sentido.

    Gracias por tu comentario!

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