Un buen médico sana. Un médico excepcional previene que la gente enferme.
Un buen líder dirige. Un líder único asegura los recursos que su equipo requiere... y se quita de en medio.
Un buen profesor enseña. Un profesor magnífico asegura que sus alumnos aprenderán durante toda su vida sin que les tengan que enseñar.
Un buen padre protege a su hijo para que no se lastime. Un padre extraordinario le enseña a levantarse una vez más de las veces que se caiga.
Un buen coach acompaña a su cliente a que éste consiga la vida a la que aspira. Un coach único en su clase se asegura que su cliente nunca más necesite coaching.
Es curioso. A veces, el mejor trabajo que podemos hacer por otros es asegurarnos que no necesiten más que lo hagamos.
Trabajar no es lo mismo que estar ocupados.
Tener un trabajo no es lo mismo que tener un propósito.
Y con un buen propósito hasta el trabajar se puede transformar de hacer a contribuir.
ResponderEliminarEGM
Absolutamente!
ResponderEliminarGracias por tu comentario (y contribución), E.