Es vano intentar convencernos de ser duros para que nada, nadie nos lastime:
El cerebro sano y el sistema nervioso están diseñados para sentir, empatizar, manifestar emoción.
Y dolor.
Antes o después: todo el mundo es lastimado.
El fuerte no es quien previene que esto suceda: para amar y exponerse al dolor hay que ser, de hecho, muy valiente.
El fuerte, en realidad, es aquel que, aun habiendo sido lastimado, vuelve a arriesgar -- aunque desde un plano de mayor sabiduría: sería de necios no aprender de la cicatriz.
Y el fuerte, finalmente, es el que *sabe* que, pase lo que pase -- hallará la opción que necesita.
Aunque duela.
El cerebro sano y el sistema nervioso están diseñados para sentir, empatizar, manifestar emoción.
Y dolor.
Antes o después: todo el mundo es lastimado.
El fuerte no es quien previene que esto suceda: para amar y exponerse al dolor hay que ser, de hecho, muy valiente.
El fuerte, en realidad, es aquel que, aun habiendo sido lastimado, vuelve a arriesgar -- aunque desde un plano de mayor sabiduría: sería de necios no aprender de la cicatriz.
Y el fuerte, finalmente, es el que *sabe* que, pase lo que pase -- hallará la opción que necesita.
Aunque duela.
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