Una vez te hayas hartado de perseguir el arcoiris del éxito del que muchos hablan (de oídas) y hayas determinado que vas a tallarte el tuyo, es cuando debes centrarte en 5 cosas:
1) Define tu Misión en tu vida. (Deja de perder el tiempo esperando sentadito una revelación quimérica: eso solo pasa en las películas).
Mira qué te funcionó en el pasado, tu servicio a los demás, el trabajo, labor, arte que te enamora. Tu Misión está ahí. (Pensar en objetivos directamente, sin esta Misión, te lleva irremediablemente a buscar copiar lo que te cuenten los vendepócimas. Guárdate de escalar demasiado alto, demasiado rápido, una montaña que no es la tuya).
2) Ten claro qué te motiva: seguridad, reto, pertenencia a un grupo, individualidad, altruismo y/o realización personal.
Este es tu queroseno: el combustible que necesitarás cuando las cosas vengan torcidas. (Lo harán).
3) Usa lo que sabes; aprende (y rápido) lo que no.
Con que sepas el 80% es suficiente:
Lo perfecto va de la mano de la in-acción.
4) Rodéate de un buen equipo. Quiérelo. Compénsalo. Y, cuando llegue el momento, déjalo volar libre con agradecimiento:
Caminarán contigo; pero no están para llevarte en carruaje.
5) Y, por lo que más quieras, Muévete.
Sobre todo cuando no sepas cómo, por dónde, empezar.
1) Define tu Misión en tu vida. (Deja de perder el tiempo esperando sentadito una revelación quimérica: eso solo pasa en las películas).
Mira qué te funcionó en el pasado, tu servicio a los demás, el trabajo, labor, arte que te enamora. Tu Misión está ahí. (Pensar en objetivos directamente, sin esta Misión, te lleva irremediablemente a buscar copiar lo que te cuenten los vendepócimas. Guárdate de escalar demasiado alto, demasiado rápido, una montaña que no es la tuya).
2) Ten claro qué te motiva: seguridad, reto, pertenencia a un grupo, individualidad, altruismo y/o realización personal.
Este es tu queroseno: el combustible que necesitarás cuando las cosas vengan torcidas. (Lo harán).
3) Usa lo que sabes; aprende (y rápido) lo que no.
Con que sepas el 80% es suficiente:
Lo perfecto va de la mano de la in-acción.
4) Rodéate de un buen equipo. Quiérelo. Compénsalo. Y, cuando llegue el momento, déjalo volar libre con agradecimiento:
Caminarán contigo; pero no están para llevarte en carruaje.
5) Y, por lo que más quieras, Muévete.
Sobre todo cuando no sepas cómo, por dónde, empezar.
Continúa preparándote.
Cada día.
Sin falta.
Sin pretextos.
No hay más secreto.
Cada día.
Sin falta.
Sin pretextos.
No hay más secreto.
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