domingo, 15 de noviembre de 2009

Más resiliency - elasticidad (2)

Artículo en El País para aquellos que intuyen que excusarse (todos tenemos las perfectas razones para no hacer algo que sabemos que debemos hacer) y no hacer nada acerca de la situación es una pérdida de tiempo.

De grandes crisis han salido grandes emprendedores (y por emprendeduría no me refiero solo a una creación de una entidad mercantil, sino a una forma de vida). Algo absolutamente volitivo y aprendible.

Peter Pan se va quedando sin razones.

Liberador, ciertamente.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Elasticidad (Resiliency)

El tipo llevaba años confundiéndose y confundido consigo mismo.

Resultaba que no acababa de encontrar 'aquello' para lo que se supone y creía que había nacido. Cambió de trabajo, de amigos, de parejas, de ciudades, de estilo de vestir, y seguía perdido.

Pero no: no estaba descontento - bien al contrario. Aunque no le apeteciera hacer lo que hacía laboralmente hablando, la realidad es que entraba con cierta facilidad en estados de 'fluir', como enunció magistralmente Csikszentmihalyi. Leyó, por cierto, a este tipo y se dió cuenta de que tenía una personalidad autotélica (una infrecuente habilidad de marcarse uno sus propios objetivos, de aprovechar el tiempo simultáneamente, de mimetizarse con su realidad, de fluir), la cual chocaba con su alrededor: todo el mundo corría (a ningún sitio), luchaba (uno contra otro), competía (todos para conseguir lo mismo). Y le trataban como a un bicho raro... a veces incluso se burlaban de su calma los mismos que iban en manada como pollos sin cabeza.

Se le tachaba de incomprendido... incluso de que no tuviera ni idea de lo que quería hacer con su vida. Para él era paradójico: no es que le diera igual lo que hiciera... sino que de hecho, disfrutaba de cualquiera fuere la actividad en la que estuviera inmerso. Y de nuevo, la gente de su alrededor le tachaba de inconstante, de mostrarse falto de rigor, de ser un inmaduro.

Finalmente, tuvo una epifanía... meses después de pasar por una pérdida personal durísima. Nada exótico: fue en el Metro.

No: no estaba equivocado. Se dió cuenta de que había sido bendecido con la capacidad de planificarse un mejor futuro... mientras se emborrachaba de cada experiencia presente, de cada segundo que vivía - aunque fuera (según los estándares de otro, claro) algo considerado como 'desagradable' o inferior a lo que 'se esperaba' de él.

Su coach le dijo que eso mismo que vivía se llama 'resiliency', lo cual traduciría (libremente y parafraseando a Patton) como 'la capacidad de rebotar de un fracaso y llegar más alto que antes del golpe'.

Qué sencillo puede resultar en ocasiones cambiar la realidad de uno - si tan solo uno decide reenfocar o cambiar de cornisa desde la que mira su paisaje.

Prodigioso esto del transporte público.

martes, 3 de noviembre de 2009

'¿A qué te Dedicas?'

Fue lanzada como una de las esperadas preguntas para socializar en una cena cuando no se conoce al resto de invitados. Eramos tres en el grupo y esta fue la pregunta que le hizo al tipo en cuestión.

La respuesta, clara:

- 'Soy fotógrafo'.

- '¿Y en qué te especializas?'

- 'Naturaleza y bodas'.

- 'Uau. ¿Eres freelance o trabajas para una agencia?'

- 'No, de hecho, soy informático'.

- '¿Entonces...?' Pregunta el tipo, como no entendiendo la aparente contradicción, ¿quizás buscando como pillarle?.

- 'Es sencillo: soy fotógrafo, pero me dedico a la Informática; gano dinero para pagarme las facturas y comprarme el material para, en el futuro, poder dedicarme a lo que soy'.

Después, una vez más, vuelve a salir la tremenda obsolescencia del trinomio estudios-dinero-profesión: ni estudiando una carrera 'con salida' garantiza dinero, ni los masters garantizan un trabajo, ni...

Los que estábamos ahí, rondando los 40, compartíamos ideas acerca de aquello que, verbigracia, viene denominándose 'Crisis de los 40' y que revela una sintomatología común:

  • Sobreviene entre los 35 y los 45.
  • Es, en suma, un cénit (uno de varios) de madurez por el que uno se da cuenta que lo que hace no necesariamente es lo que realmente quiere hacer. Para algo tiene que servir, a fin de cuentas, la experiencia adquirida laboral y vitalmente.
  • Algunos deducen que 'así es la vida', y se retiran de la guerra para seguir luchando en las batallas diarias por subsistir. No hay un gran 'para qué' en lo que hacen, pero sí incontables 'qué', que hay que solventar día sí y día también. Muchos se dicen 'ya estoy mayor para aprender otras cosas'. Y lo argumentan incontestablemente... para sí mismos.
  • Otros deciden no vivir otros 40 años del mismo modo. Y, por fin, empiezan a dar sus primeros pasos en otros campos, experimentando con sus pensamientos, sus relaciones, sus trabajos. Muchas veces sin una idea clara, un mapa. Es duro, muy duro, porque no hay nada seguro, nada establecido y, sobre todo, porque su entorno no espera de ellos que cambien de tercio a estas alturas de partido. Sin embargo, y como corrobora la Neurociencia, son conscientes (o intuyen) que siempre es posible aprender algo nuevo: un oficio, un campo diferente, un modo de pensar. Para estos, gnothi seautón ('Conócete a ti mismo') de repente deja de ser una memez que se estudiaba en Secundaria.

Un trayecto fascinante.

- 'Por cierto, preciosas tus fotos'.

Y sonrió con la certeza en la mirada del que sabe que, de algún modo, un día no volverá a ser Informático.