sábado, 28 de abril de 2007

jueves, 26 de abril de 2007

'El fin (inmobiliario) está cerca'

Yo creo que no.

Caída de valores inmobiliarios (el día p-e-r-f-e-c-t-o para tomar posiciones en esos valores, no hay nada como ir contracorriente cuando hay pánico en el parquet), batacazo, susto y los medios (no) especializados augurando el fin del mundo.

No es para tanto.

Es cierto que alguien ha perdido muchísimo dinero en apenas una semana, pero la incidencia sobre el sector no va a ser tan grave.

Primero, porque es diferente el análisis fundamental del técnico de esas acciones. Mientras aquel (sin casos de corrupción/malversación/gestión incompetente a lo Enron) parece por ahora saludable, aunque es cierto que el incremento de los precios inmobiliarios se va suavizando (señores, economía de mercado, ergo, cíclica. O sea, sube y baja. Este día tenía -tiene- que llegar, no lo duden); el segundo es uno de los incontables vaivenes que se producen cada día en miles de títulos a raíz de noticias, rumores, suposiciones, datos publicados, etc.

O sea, que también todo lo que baja volverá a subir.

Particularmente, prefiero las inversiones a largo plazo: comprar y aguantar. Ya he probado fortuna jugando a la lotería hace años y, ni comprando el décimo de Navidad en Sort, he podido conseguir más que el reintegro (que es perder en términos reales unos centimillos). Sin problema. Lo mío es invertir a largo. Comprar poco y bien. Vender menos y mejor. Y es lo que recomiendo para los que siguen trabajando por cuenta ajena mientras deciden optimizar su tiempo libre en generar otras fuentes de ingresos. Naturalmente, si se pretende ser inversor profesional, el tiempo exigido es mayor para adquirir experiencia y asumir mayores riesgos... para unos réditos mayores.

En suma, que los que esté comprando hoy propiedades sólidas (no a través de fondos inmobiliarios), que no esperen una revalorización del 15%-17% de media como en los últimos años, sino que, si es que realmente les vale la pena comprar (ojito con las subidas que vienen del Euribor), busquen cómo van a colocar el inmueble en el parque de propiedades en alquiler, se aseguren el mínimo de apalancamiento y el máximo de flujo de caja positivo una vez deducidos deuda financiera, impuestos, notarios, mantenimientos, comunidad, etc. Por ejemplo: piso en alquiler al lado de una universidad.

Si la inversión mensualmente no da algo claramente >0 (o sea, positivo), no tiren su dinero: sigan buscando esa propiedad. Con millones de inmuebles en España, es cuestión de tiempo encontrar 'el chollo del siglo'.

Quizás esta misma semana.

lunes, 23 de abril de 2007

¿Tan 'malo' es especular?

Es curioso esto del lenguaje, cómo lo que uno dice es la manera en que acaba pensando... y viceversa.

Según la RAE, la acepción de especular incluye los siguientes matices dignos del más rancio juicio de valor:

  • Efectuar operaciones comerciales o financieras, con la esperanza de obtener beneficios basados en las variaciones de los precios o de los cambios. Usados más en sentido peyorativo. (La negrita es mía) ¿Acaso debería venir siempre con el epíteto 'sucio'?: 'Eres un sucio especulador', por ejemplo.
  • Procurar provecho o ganancia fuera del tráfico mercantil. (¿'Fuera'? Suena a ilegal)

¿Por qué las palabras 'empresario', 'dinero', 'rico', etc. tienen esa connotación tan negativa?

Hablando con el jefe de una consultora cliente, me decía que la explicación radicaba (de nuevo) en la educación recibida en este país, en contraposición a la anglosajona. Me argumentaba que el motivo principal, por mucho que disguste a propios y extraños, nacía de la concepción tan diferente de dos cristianismos que tanto han marcado nuestra cultura, sociedad, esquema de valores y sistema legal: El católico, propio del sur de Europa; y el protestantismo, más extendido en EEUU.

Mientras que el primero penaliza la usura ('no se puede servir a Dios y al dinero', o 'déjalo todo y sígueme'), la segunda considera el dinero como un justo premio al duro esfuerzo y trabajo al arriesgar y emprender (véase la parábola de los talentos, o la interpretación del Génesis por la que, al concluir la Creación, 'Y Dios vió que todo lo que hizo era bueno'. Ese 'todo' incluye el dinero, claro).

No soy particularmente religioso, pero parece válido como parte del enfoque.

Cada semana sigue habiendo manifestaciones 'contra' el rico, el especulador, el empresario, el terrateniente, el propietario.

Me recuerda a la mediocridad de la que ya hablamos.

Manifestarse es fácil, muy fácil.

El mundo ha sido, es, y será siempre injusto. Lo cual no quita para que hagamos algo por que busquemos una mayor prosperidad para todos. Por tanto, buscando las maneras de 'igualarnos' por arriba (tener el máximo número de personas la mayor cantidad de riqueza), en lugar de 'igualizarnos' por abajo (condenar al empresario y quitarle las propiedades y distribuirlas entre los demás sin mayor reflexión).

La solidaridad es necesaria, qué duda cabe (en el libro lo llamamos Prosperidad Compartida). Pero la solidaridad (entendida solo como una distribución de recursos) es finita.

El reto es formar, informar, apoyar, estimular la capacidad emprendedora de la gente para que puedan crear (y ayudar a crear a su vez) riqueza para el mayor número de personas posibles.

Eso sí que podría ayudar a erradicar las penurias causadas por (la falta de) el dinero.

viernes, 20 de abril de 2007

Educación, Inteligencia y Dinero

Ayer terminó el bombardeo de preguntas al Sr. Rajoy quien posiblemente se diera cuenta de que un elevado contenido de las mismas se centraban en... lo mismo que le consultaron al Sr. Zapatero hace unas semanas; a saber: vivienda, educación, pensiones, salarios.

En otras palabras, dinero para la vivienda, educación para ganar dinero el día de mañana, cantidad de dinero para vivir procedente de salarios o pensiones.

Dinero, dinero, dinero, dinero. Cuántos de esos problemas reales que acucian al ciudadano medio realmente ocultan una preocupación más significativa:

Necesito (o quiero) más dinero.

Muchas de esas personas dan por sentado que una empresa debe contratarles indefinidamente para pagarles. Que el Estado debe contratarles vitaliciamente para sostenerlos. Que deben buscar toda su vida a alguien que les sufrague la existencia a cambio de su tiempo y/o esfuerzo.

¿Acaso nuestro sistema educativo genera dependientes?

Por otro lado, también es noticia otra vuelta de tuerca al sistema educativo: dentro de poco, a este paso, se podrá pasar curso sin aprobar ni una...

Ahora bien, si la educación debe preparnos para la vida (sea para ser ciudadanos o productores, está abierto a debate), ¿lo realmente importante es 'aprobar'?

¿La educación fomenta adecuadamente el desarrollo de la inteligencia?

Tras haber discutido sobre este tema con unos cuantos clientes, me encuentro con que la definición de inteligencia no halla criterios uniformes de aceptación: se puede tener inteligencia matemática, inteligencia espacial, inteligencia memorística, etc. Algunos nacen con una u otra más desarrollada. Otros consiguen expandirla a través de los estudios, ejercicios, etc.

Y, a pesar de tantas inteligencias, hay infinidad de personas extremadamente talentosas que se las ven para siquiera prosperar levemente en su vida. Por cada persona realmente con talento en las empresas, hay diez que viven del cuento. Y de lo que produce ese uno.

Tal vez, además de tantas asignaturas como hay en los planes de estudios, sea necesario ahondar en la única inteligencia que sobrevive cuando el resto de fórmulas matemáticas, capitales de países asiáticos, poetas románticos y ejercicios de genética con guisantes lisos o arrugados se nos han olvidado:

La Inteligencia Para la Vida. Aquella en la que nos podemos apoyar siempre, independientemente de la circunstancia o lugar en la que nos hallemos.

¿Qué es la inteligencia para la vida (IPV)? Aquella que nos permite ser, sencillamente, más prácticos (y, posiblemente, más felices) al servirnos para responder de manera efectiva a los entornos y circunstancias a los que somos expuestos en cada uno de nuestros días.

¿Qué es, si no eso, el éxito?

Por ejemplo, si tenemos miedo a algo, la IPV nos empuja a reducir la incertidumbre buscando información. A controlar ese miedo, a canalizarlo.

Si necesitamos libertad (ergo, dinero para comprar nuestro tiempo), la IPV nos ayuda a identificar oportunidades de negocio para crear valor para una sociedad a cambio de dinero... mediante la empatía, confianza en el saber crear estructuras de negocio (aspectos legales, fiscales...), liderazgo para atraer buenos equipos, la perseverancia; la filantropía para compartir el éxito.

La IPV es la única de todas las inteligencias realmente práctica. Y que no se olvida. La que más capacita en la vida.

Es, además, la única que sigue sin enseñarse en el aula.

Aunque sea perfectamente enseñable.

miércoles, 18 de abril de 2007

Así hablamos, así pensamos... y así actuamos. (¿Prefieres tener razón a estar tranquilo?)

Lo que es el lenguaje.

1) La relación con uno mismo:

En coaching se valora mucho lo que la persona siente, piensa, hace... y dice. Es difícil romper la barrera mental que le convierte a uno en subordinado de un jefe de por vida si las palabras le llevan a uno a seguir lo que dice. Es un mecanismo normal de la psique humana: nos gusta tener razón. Nos sentimos incómodos con la contradicción en nosotros mismos.

Por tanto, si me digo que 'trabajar a largo plazo para otro es lo más seguro, menos arriesgado, la mejor opción para desarrollarse financiera/personal/profesionalmente...' entonces actuaremos acordemente: buscaremos como locos ese trabajo hasta que nos retiremos si hemos conseguido que no nos coloquen en la calle con cuarenta/cincuentaypocos años.

Sobre todo por satisfacer aquella frase tan orgasmática para nuestro cerebro:

'¿Ves? YO tenía razón'

Es sencillo cambiar, qué duda cabe. Cambia lo que dices (y piensas) y comenzarás a actuar de modo diferente, para conseguir resultados diferentes.

... 'nos sentimos incómodos con la contradicción'... Buscaremos tener razón para con nosotros mismos:

'¿Ves? YO sabía que MI empresa tendría éxito'

2) ¿Y qué sucede en nuestras relaciones con los demás?

La base de la que parten un elevadísimo porcentaje de disputas no está en 'la verdad' (algo objetivo) que se discute, sino en 'quién tiene razón' (los egos en disputa). Lo primero, si objetivable, no da pie a dudas (llueve, por tanto el campo se moja). Lo segundo, es la defensa de la posición personal de los dos individuos que discuten (agricultor: 'llueve. Buena noticia'; persona de vacaciones en la playa: 'llueve. Vaya m***da'). ¿Quién lleva razón?

Los dos. O ninguno. O cada uno la suya. Depende de lo radical que haya sido nuestra educación: si yo llevo razón (y nos encaaaaanta llevarla), entonces el otro, por exclusión, no la puede llevar. Y seremos capaces de debatir sobre futbol (tu equipo o el mío), sexo (tú o yo), política (tu partido o el mío) o, por qué no, ir a una guerra (tu país contra el mío). Porque yo tengo razón (en mis principios, valores, metas, visión de la vida...). Y tú no.

Preferimos guerrear (dialécticamente o de otro modo) antes que admitir que 'no tenemos razón'.

El 'feliz' no discute, debate o se enzarza: prefiere 'ser feliz'. El resto dirá que le falta personalidad. Pero a él ¿qué más le da? Es más estéril una lucha de egos que dedicar su tiempo a lo que de veras sea importante en su vida.

¿Qué es lo realmente importante en tu vida?

martes, 17 de abril de 2007

Es tu decisión.


Ni más ni menos que tenemos el orgullo de invitar a Steve Jobs a este foro.

Sobran las palabras. En este post, nosotros callaremos.

Discurso en ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford. (Google videos. Subtitulado en castellano.)

Gracias a Isabel por el enlace.



sábado, 14 de abril de 2007

'Conciliación' (¿?) vida laboral - familiar

España es uno de los países con menor tasa de natalidad del mundo (excluyendo la de los que no son oriundos de estos lares) y será uno de los más viejos en 2020. Vista la dinámica laboral (definida en general en las culturas del empresariado por un lado y la de los trabajadores por otro), no es sorprendente.

Tres de las peculiaridades propias de este país que hemos podido constatar en comparación con otros lugares en el aspecto del tema tan sensible de la 'conciliación' vida laboral/familiar:
  • Se trabajan muchísimas horas ('trabajan', no necesariamente 'rinden' o 'producen') hasta muy tarde en cada jornada, lo cual hace imposible estirar aún más las 24 horas de cada día si se quiere tener una familia. Eso de terminar y marcharse a su hora en una empresa en donde se calienta silla hasta tarde suele percibirse muy mal entre compañeros de oficina.
  • Si, aún así, se tiene una familia, el hecho de que un trabajador quiera 'conciliar' está (en general) mejor visto que si el individuo es soltero/no tiene niños. (No es lo mismo la conciliación vida laboral/familiar que la vida laboral/privada. ¿Acaso no es menos necesario que cada individuo tenga su propia vida más allá del trabajo? ¿Se asume acaso que un soltero debe dedicar su vida a su jefe?)
  • En una de mis empresas clientes, había un jefe que expresamente desaconsejaba la contratación de mujeres porque 'dan a luz y luego querrán la excedencia, por lo que habría que contratar y formar a otra persona para luego echarla cuando la empleada decida volver... si vuelve. Muy caro.' Pensé, 'vaya tipo'... hasta que corroboré lo extendida que está esta visión (entre los seminarios que imparto tengo a docenas de clientes mujeres que me confirman esa manera de actuar del mercado laboral).
Handy admitía un error de predicción (que no merma en absoluto su admirable intelecto y capacidad de visión) en su libro 'El Elefante y la Pulga' ('The Elephant and the Flea') acerca de la contraprestación tecnología-tiempo ocioso. En efecto, hace unos años anticipó una suerte de boom tecnológico que facilitaría el que una velocidad endemoniada de nuestros ordenadores (máquinas, tecnología en general) nos permitirían ganar en calidad de vida, al terminar en menos tiempo nuestro trabajo y destinar así el resto de nuestras horas a un mayor ocio.

En efecto, ese boom se ha dado (y se sigue dando), por lo que nos encontramos con que, cuanto más rápidas son nuestras máquinas, procesadores, chips, etc. en menos tiempo podemos terminar un trabajo por el que antes tardábamos 8 horas al día. (Lo cual justifica nuestro enfado si nuestros ordenadores procesan demasiado lentamente... aunque sean la última versión en el mercado).

Handy argumentaba entonces que, llegados a este punto, nos preguntaríamos ¿qué hacer con el tiempo remanente que nos permiten ganar nuestras máquinas?. Fácil respuesta: tener más tiempo de ocio para nosotros.

Sin embargo, lo contrario es lo que sucede cada día: para 'rellenar' esas horas de jornada que quedan ociosas, lo que hay que hacer es añadir más trabajo. Así que, ahora, cuanto más rápidos son nuestros ordenadores, más trabajo tenemos (y más nos llevamos a casa, al tren, al metro, en avión, etc., gracias a aparatos que eliminan los conceptos tradicionales de tiempo y espacio: portátiles, PDAs, 'Crackberries', etc. que nos permiten preparan un informe en mitad del desierto de Gobi y enviarlo por email a la otra punta del globo en segundos).

Si vivimos en una ola tecnológica que dejará atrás las olas industrial y agraria anteriores, por la que los trabajos en oficina de 9 a 6 se convertirán en cosa del pasado, la solución a la famosa 'conciliación' tal vez pase por crear/fomentar una economía de servicios en los que esos servicios se crean y se distribuyen... desde casa. ¿Cuántos millones de horas anuales se ahorrarían en transporte y atascos diarios? ¿cuánta polución por el empleo de coches en esos mismos atascos? ¿cuántos costes en metros cuadrados, electricidad, mobiliario... en las oficinas?

De esa manera, ya no hará falta meterse en megahipotecas para micropisos en zonas urbanas, sino que (como conozco a un buen amigo) uno puede residir (y vivir muy bien) en mitad de la Sierra de Gredos con un móvil y una conexión ultrarrápida a la Web.

En una estadística reciente se apuntaba que un porcentaje significativo de mujeres consideraban 'el tener niños un obstáculo para la carrera laboral'. Es triste. Yo creo que 'la carrera laboral' (o sea, uno de los mecanismos de generar 'Exito Personal/Profesional/Financiero' como encabeza este blog) tal y como está concebida en la actualidad es, claramente, un obstáculo para tener una familia o para que el individuo que no desee formar una familia tenga el tiempo para 'crecer', formarse, desarrollarse... o, simplemente, para hacer lo que le venga en gana con su tiempo libre.

En EEUU, líder en tendencias tecnológicas y empresariales (aunque le duela a los anti-yanquis), las historias de negocios exitosos que se empiezan desde casa se cuentan por centenares.

En España, si dices que trabajas desde casa es que, sencillamente,... no trabajas.

Muchas veces se pregunta '¿qué haces para generar dinero?'.

Tal vez la pregunta deba pasar a ser: '¿Desde dónde haces dinero?'

jueves, 12 de abril de 2007

¿Riesgo? ¿Qué Riesgo?

Solo hay que hacer dos cosas para prosperar financieramente:

  1. Asegurarse de tener costes bajos. Vivir un punto por debajo de lo que seríamos capaces de permitirnos.
  2. Encontrar y crear múltiples ingresos (muy) superiores a esos costes.

Ciencia en estado puro, ¿no?. No hay que tener un doctorado.

Para conseguir esas dos cosas, nos encontramos con que 10 de cada 100 empresas de nueva creación prosperan, según las estadísticas. (10%, no está mal: 9 intentos, en el peor de los casos, para hacerse rico. No hay lotería que pueda competir con esas probabilidades).

Y sin embargo, hay quien cree que montar un negocio es más 'arriesgado' (para alcanzar éxito financiero) que (únicamente) trabajar por cuenta ajena.

Reflexiones:

  1. Millones de ciudadanos tienen a sus espaldas docenas de costes mensuales (hipotecas/alquileres, el/los coches, colegios, gas, luz, agua, gimnasio, clase de yoga, pintura para los niños, vacaciones... Ah, y ahorrar algo por si acaso) y UNA SOLA fuente de ingresos (o dos si están emparejados y trabajan ambos).
  2. En una valoración de empresas (para su venta, fusión, troceo y deglución, etc.), los analistas miran, entre otras cosas, la dependencia de esa empresa de uno o pocos clientes (fuentes de ingresos) para generar un elevado porcentaje de su facturación. Eso, en parte, determina su riesgo. (En una consultoría que hice en Irlanda, por ejemplo, una empresa que atendía a una empresa de software como único cliente quebró en cuanto ese cliente cambió de proveedor por otro en Asia).

¿Lo primero NO es arriesgado y lo segundo SÍ?

Cada hogar, cada familia, es una microeconomía, una microempresa, con sus directivos, su capital, su política de gastos e inversiones... Y su rating de riesgo.

¿Qué dirían esos analistas si tuvieran que valorar una economía personal tipo?

Su informe diría algo así:

Informe de valoración de la economía de los Sres. de XYZ:

  • Antecedentes: Muchos costes + una sola fuente de ingresos = altísimo riesgo.
  • Análisis: Desglosando su due diligence y estados contables de los últimos 5 años: Poco crecimiento, mermado aún más por la llegada del euro. Ausencia de innovación en la generación de ingresos adicionales. Limitada planificación para expansión en los próximos 5 años. Costes crecientes. Ingresos estables o decrecientes en términos reales. Riesgo de desempleo por causas propias o ajenas.
  • Conclusión: necesario cambio de directivos y/o planificación financiera.

No, todavía no tenemos que despedir a los Sres. de XYZ.

Sí, es posible un cambio de planificación: Hoy estamos y vivimos las consecuencias de todas las decisiones que, por acción o no-acción hemos tomado en el pasado.

Una sola decisión diferente hoy puede abrir el paso a mejorar la posición financiera en 5 años.

Un cliente y buen amigo me decía un día que había más cosas en el mundo además del dinero.

Ciertamente: El dinero, per se, no vale nada.

Es el tiempo que compra, lo que realmente vale.

miércoles, 11 de abril de 2007

¿Inviertes o Gastas?

Me llega en el buzón una publicidad de una conocida cadena de distribución que me ofrece 10.000€ de préstamo por la cómoda cifra de 165,20€/mes para devolverlo durante los próximos 7 años. Si simplificara el cálculo (ni compongo intereses ni tengo en cuenta la inflación, etc., que me perdonen los puristas), el ROI *de la cadena, si yo cogiera este préstamo, sería de un 39% a mi costa una vez pasados los 7 años.

Pongamos que me trago a pies juntillas la seductora (¿?) publicidad que presenta tamaño chollo (para ellos, claro), por la que 'todo lo que quieres tiene un precio' (se entiende, esos 165,20€/mes), y tomo ese dinero prestado.

NO me lo gastaría en una tele de plasma. NO me lo gastaría en un viaje. NO en arreglar la casa. NO en joyas. NO en...

Buscaría una inversión que me rentara (de nuevo, simplificando, tampoco incluyo impuestos) un 14,5% anual: 5,5% para devolver a mi acreedor + 3% que asumo de inflación + 6% de rentabilidad exigida (me conformo con poco).

Demasiadas asunciones. Demasiada penalización.

La diferencia entre gasto e inversión es que la primera nos hace más pobres (el dinero sale y sale y sale... para adquirir cosas que cada vez valen menos, y menos y menos), mientras que la segunda nos hace más prósperos (el dinero sale y sale a algo que nos renta, por lo que luego el dinero... entra, entra, entra y entra, hasta que recuperamos lo que anticipamos originalmente -que podría servirnos para una segunda inversión- mientras que la anterior sigue rentando, rentando y rentando).

SI vas a alquilar esa tele de plasma como parte de una habitación que ofreces en tu casa a estudiantes, SI en ese viaje estableces un contacto interesante para montar un negocio, SI arreglas la casa para revenderla con una prima, SI las joyas las obtienes a un precio descontado por ser de la temporada pasada y las revendes en subasta por un precio superior...

Acabas de tornar tu gasto en inversión.

Para gastarnos el dinero, nos endeudamos. Para rentarlo (invertirlo) nos apalancamos. Seguimos debiendo dinero en los dos casos. Pero en el primero no estamos muy contentos cuando llega la letra a principio de mes.

En el segundo seguimos sin estar contentos, pero por lo menos la deuda se paga sola.

¿Te gusta hacer dinero con el dinero de otro?

Eso sí que es ganar-ganar.
______________

* El link del ROI está en inglés - no he encontrado rápidamente un enlace en castellano, pero creo que los números lo explican rápidamente para una primera pincelada.

lunes, 9 de abril de 2007

Las 10 + 1 mejores maneras de hacer dinero (de verdad)

Algunas de las más efectivas maneras de hacer dinero. Hay muchas, realmente, pero estas son las 10 (+1) más sexy:
  1. Inmobiliario: propiedad revalorizable en zona nueva urbana (no aprecio el destrozo medioambiental en costa o en montaña, como se ve en los Pirineos desde hace un tiempo). Adquirir, poner a rentar (que los ingresos sean siempre por encima de los costes totales anuales) y vender. Volver a empezar. (Considerar empleo de sociedades limitadas). Algo así como el Monopoly, pero con dinero de verdad.
  2. Inmobiliario: lo mismo, pero en vez de vender, refinanciar (ojo: ingresos por rentas deben seguir siendo inferiores a costes totales anuales) y adquirir otra. Repetir ad infinitum (pega: debe haber caja en reserva, porque si un inquilino deja de pagar, el resto puede irse al garete por efecto dominó.)
  3. Inmobiliario: comprar algo realmente feo o viejo en buena zona. Renovar. Vender. Celebrarlo. Volver a empezar.
  4. Crear una empresa offline: hacerla crecer y contratar a gente que la lleve por ti.
  5. Crear una empresa offline: hacerla crecer y venderla.
  6. Crear una empresa offline: hacerla crecer y franquiciarla.
  7. Crear un servicio online, invertir 0€ (sí: cero) en publicidad (si llega a miles, millones de personas, es que el marketing viral, y, por consiguiente, su atractivo, está probado). Esperar a que aparezca Google. Con los millones de la compra, volver a empezar, pero en alguna remota isla del Pacífico Sur.
  8. Ser Google. Está claro, ¿no?
  9. Comprar negocio que funcione, preservando la gestión (que por eso funciona) y quitarse de enmedio. Cobrar. Supervisar. Cobrar. Innovar. Cobrar. Supervisar...
  10. Ver lo que funciona en otros países y replicar el modelo con el suficiente sabor local.
  11. Ya sé que este post debería recoger un decálogo, pero tampoco quería olvidar otra clásica manera de retirarse siendo aún joven: Tener un trabajo que pague, al menos, 50.000€ y ser lo suficientemente disciplinado para retener los costes del tren de vida. Pega: posiblemente sea un horario de 7-Eleven. Remitirse a puntos relevantes anteriores con lo ahorrado.

No hay que ser un gurú de las finanzas, pero algo de VAN y TIR sí es bueno saber (las inversiones, en general, no son per se 'buenas' o 'malas', sino 'mejores' o 'peores' al compararse unas con otras y ver el coste de oportunidad). Y, desde luego, si pierde dinero, por poco que sea, no es una inversión: es una pérdida de tiempo, dinero, energía y oportunidad.

:: La empresa de otro como medio para mis Tres Éxitos :: PARTE 3- Negociando mi Dinero

Por fin, el momento del que prohiben mencionar los libros de búsqueda de empleo, ese del que todo el mundo quiere hablar pero del que todo el mundo calla (como si ninguno supiéramos para qué hemos venido a esta entrevista):

"Y del dinero, ¿qué?"

De nuevo, según mi experiencia al otro lado de la mesa, esto es lo que vengo recomendando.
  1. Primero, una aclaración. ¿Cómo se calculan las ofertas salariales? Dos cosas. 1) Equidad Interna: puestos de responsabilidad similar deberían cobrar aproximadamente lo mismo. P. ej., si el puesto al que aspira el candidato tiene una responsabilidad similar que otro dentro de la empresa (medida en: presupuestos bajo su mando, número de personas en su equipo, capacidad de decisión, etc.) y este segundo está cobrando 100, entonces el candidato debe esperar que lo que le puedan ofrecer esté entre 80 y 120. 2) Competitividad Externa, es decir, que si el puesto al que aspira el candidato (pongamos jefe de atención al cliente de una compañía de móviles) tiene en industrias/empresas similares (competidoras que sean también operadoras de móviles) una valoración salarial de 100, lo suyo es que le ofrezcan algo similar (ni 40 ni 180). Si le ofrecieran 40, se iría a la competencia. Si le ofrecieran 180, es posible que la empresa necesite revisar sus costes.
  2. Deja que el entrevistador establezca cifra. Si has investigado lo anterior, es más que probable que puedan ofrecerte lo que quieres, así que no empieces tú poniendo cifra. Es raro, pero aún hay empresas que podrían ofrecerte los 180 (lo de sus costes, a corto plazo, no es problema tuyo).
  3. No te bajes los pantalones. Si acabas proponiendo tu cifra y acabas bajándola demasiado para aceptar la oferta, aparte de ser una negociación más propicia de bazar de recónditos y exóticos lugares que demuestra que una o las dos partes no ha hecho sus deberes, habrás demostrado cierta desesperación por el puesto. Error. Es decir...
  4. ... Aunque necesites ese trabajo desesperadamente, no lo muestres, no lo evidencies, no des pruebas. Es como jugar al poker. A las empresas les suele gustar más la gente segura de sí misma (o que aparente serlo) y, como a fin de cuentas, lo que está pasando es que tienen que aflojar la chequera, hay que trasladarles la certeza de que están comprando una ganga.

Y no lo olvides: es tu dinero de lo que se está hablando. Cuanto más alta sea esa cifra, más posibilidades de ahorro y, ergo, de inversión. Eso de 'te prometemos un aumento en 6 meses', aparte de ser poco creíble, no vale nada si no se plasma por escrito (y luego, buf, es incómodo ir al jefe para recordarle estos detallitos).

Si consideras que este, por fin, va a ser el trabajo en el que te vas a retirar, porque en los anteriores tenías ______ (jefes incompetentes, compañeros envidiosos, horarios infernales, comidas de cafetería que sabian como la del avión, etc. etc. etc.), entonces, suerte.

Pero si piensas gestionar tu dinero para ese gran objetivo que es la independencia financiera (trabajar porque quieres, si quieres; no por dinero), entonces tú ya estás siendo, de facto, el jefe de tu propia empresa:

Tú mismo, con tus habilidades, conocimientos, experiencias, contactos, ideas, competencias...

Negocia duro, entonces.

domingo, 8 de abril de 2007

:: La empresa de otro como medio para mis Tres Éxitos :: PARTE 2- Una buena Entrevista

Es increíble el porcentaje de candidatos que se acercan a las entrevistas como si fueran a un interrogatorio policial. Esta generalidad es extensible independientemente de la formación del tipo (sea un tipo que acabó en secundaria o sea doctor en ingeniería), lo cual me lleva a concluir, una vez más, que la 'cultura' que se inculca (in)conscientemente de la búsqueda de trabajo perpetúa durante la entrevista ese desequilibrio (o, como dicen los militares, esa 'asimetría') de poder entre entrevistador y entrevistado.

Personalmente, he estado a ambos lados de la mesa (el de que buscaba trabajo, y el de quien tenía el poder para darlo) las suficientes veces para intentar aportar algunos puntos de vista tal vez diferentes a los habituales:
  1. Tenerlo muy claro: toda entrevista es una mascarada. Una obra de teatro. Una representación con actores, escenario, guión y público. El candidato juega a que es el más preparado, y la empresa juega a que es la mejor empresa del mundo mundial. A pesar de que ambos púgiles (o pareja de baile, según se mire) saben que el otro está jugando su rol, es muy infrecuente que se dé una transparencia absoluta en el intercambio de información. Y aun en el caso en que ésta se diera, es im-po-si-ble que el entrevistador pueda trasladar verbalmente cómo es, de verdad, su empresa. Eso solo se puede aprender trabajando en ella. Es decir: cuando ya se está dentro.
  2. No importa cuán afable, informal, majete sea tu entrevistador: se te está valorando en todo momento. He visto maestros de la entrevista en comidas, tomando copas, dando un paseo con candidatos, piropeando a mozalbetes/as en la calle, soltando chistes muy subidos o, incluso, siendo abiertamente grosero. Es la mejor manera de que los candidatos bajen la guardia (ponerse a la defensiva también es otra manera de mostrarse como se es). Así que no caigas: se valora cómo hablas, piensas, sientes, argumentas, razonas, te motivas, etc. De ahí que tanta gente (con razón) recomiende, simplemente: sé tú mismo. 1º) Porque te ahorrará disgustos en el futuro (más de uno ha entrado en la empresa donde quería entrar para darse cuenta que no 'pegaba' en su cultura - aunque su superyo de la entrevista encajara a la perfección); 2º) porque solo mismo puedes mostrar tu mejor yo de ti mismo. Está claro, ¿no?
  3. Asertividad. Nada de ir con la cabeza gacha. Pero nada de arrogancia. Un 'no sé' a tiempo vale más que una perorata tartamudeando lo que creemos que quiere oir el entrevistador. Esto lleva al siguiente punto.
  4. Entrevista bidireccional, no interrogatorio unívoco. El candidato DEBE entrevistar a su vez a la empresa, preguntando para ello: a) generalidades de la empresa (negocios principales, presencia geográfica, personal y departmentos, etc.); b) especificidades del puesto (responsabilidades exigidas, objetivos que se esperan del puesto, personas a cargo, planes de carrera, formación, remuneración, autonomía de decisión, etc.) Más vale darse cuenta (al menos, tener una idea) si la empresa es para nosotros (y viceversa), cuando aún NO estamos dentro.
  5. En una entrevista, TODO VALE, mientras sea legal y ético/moral. Hace unos años, cuando me hacían una de mis primeras entrevistas como becario, postulábamos cerca de 100 personas por un puesto en un reputado banco en Londres. Quedábamos dos personas para la última vuelta, un buen amigo y yo. Yo salí de mi entrevista con el convencimiento de que la había bordado (me salió muy bien para no tener ni idea, la verdad). Pero mi amigo se presentó en la entrevista con un documento que preparó (sin habérsele sido requerido) argumentando la manera en que el banco en cuestión podría incrementar su negocio aprovechando la Expo '92 de aquella época. Naturalmente, le seleccionaron a él. Moraleja: como dicen en EEUU, underpromise and overdeliver. O sea, promete poco, y sirve a tu cliente (entrevistador, en este caso) más de lo que se requiere/espera de ti. No falla.
  6. Agradecer por escrito, después de la entrevista.
  7. Aprender. Cada entrevista, entrevistador, cada candidato, será absolutamente único en un momento en el espacio y tiempo. Mismo candidato, mismo entrevistador, puede dar entrevistas dispares (cada uno tiene sus días también). Aprendí de un buen profesional de los RRHH a apuntar todo lo bueno y lo no tan bueno que, a mi parecer, había hecho al ser entrevistado (luego haría lo mismo cuando pasé al otro lado de la mesa). Da igual el resultado final de la entrevista (escogido/rechazado). Aprender de uno mismo y su propia experiencia, no tiene precio. Para todo lo demás, ya sabemos: mastercard.

jueves, 5 de abril de 2007

:: La empresa de otro como medio para mis Tres Éxitos :: PARTE 1- Un buen Curriculum Vitae

Tras haber revisado miles de CV, y haber entrevistado a cientos de personas, al final uno se acaba dando cuenta de cuán parecida es la especie humana, independientemente de etnias, religiones, culturas, educación. Todo el mundo quiere, más o menos, lo mismo: comida, techo, comodidad, salud... para sí y los suyos.

Cuando trabajaba por cuenta ajena (hace un tiempo que soy mi propio jefe para hacer lo que me gusta) me daba cuenta lo rematadamente pobres que son los CV que los candidatos enviaban. Independientemente de su experiencia o formación.

Personalmente, creo que el trabajo por cuenta ajena condena a la extinción del trabajador en el medio plazo, ya que cuando la empresa considera que esa persona ya no puede rendir como debiera (o porque se ha vuelto demasiado caro/mayor/contestatario/'problemático'/competente, etc.) entonces el individuo se ve forzado a a) hacerse autónomo, o b) montarse una empresa. En cualquier caso: por necesidad, no por decisión.

Todo este blog, y el libro que lo presenta, busca aportar soluciones para que cada persona pueda hallar SU camino a una mayor independencia que, a fin de cuentas, quiere decir un mayor dinero para comprar su tiempo de vuelta.

Una de las muchas maneras de conseguir esa meta es 'mientras' se trabaja para otro (el trabajo por cuenta ajena se convierte en medio, no en fin en sí mismo). Y una buena presentación, y así son las cosas, puede determinar que una persona consiga un buen puesto de trabajo y un mejor salario en una entrevista.

Uno de mis clientes, p. ej., consiguió, simplemente dándole la vuelta al CV (junto a la entrevista y negociación de condiciones, de las que hablaremos en próximos posts), conseguir un trabajo que le permitió pasar de tener un salario de 30.000€ a algo menos de 90.000€.

Hay multitud de libros y recursos acerca de cómo hacer un buen CV, sin duda con buenos consejos; pero en algunos casos, con mejores intenciones que conocimiento en el terreno.

En mi experiencia, realmente hacen falta dos cosas + 1:
  1. CONTENIDO: Centrarse en exponer resultados conseguidos para las empresas en las que trabajaban, con verbos de acción. Nada de 'gestionar', 'fui responsable de', 'contribuir', 'participé', 'elaboré' y demás verbos literarios. Hablamos de 'incrementé las ventas en un 14%', 'reduje ineficiencias por valor de 127.000€ en 15 meses', 'aumenté la base de clientes en un 37% durante el primer trimestre sin incrementar el presupuesto'. Eso, y no otra cosa, es lo que distingue un buen CV que, además, persigue facilitarle la vida al tipo del departamento de RRHH correspondiente que lo está revisando (quienes, por lo general, trabajan demasiado, con demasiada poca gente y tiempo, y tienen que acertar en su selección del candidato adecuado).
  2. CONTINENTE: Que lo anterior, simplemente se vea. Nada de 3 págs. de CV. Una y ya. Eso sí: con negritas, cursivas, subrayados. En la misma línea que lo anterior, nuestro tipo de RRHH va a revisar el CV de cada uno de los cientos que tendrá en su email/pila encima de la mesa en apenas 6-7 segundos (si es que no lo hace un robot informático automatizado). Así que más vale ponérselo fácil.
  3. CARTA DE PRESENTACIÓN: Cuando doy cursos de búsqueda de empleo, siempre me dicen lo mismo: 'nadie se la lee'. Tal vez (como hay millones de CVs revisados en este país cada día, es difícil saber lo que hacen todos). Pero muestra una cortesía que, precisamente, muy poca gente tiene para con la persona que está entregando parte de su tiempo a leer el CV. No está de más un 'así es cómo usted ya no va a tener que buscar más: yo soy la persona que necesitan'. Y el más que infrecuente 'gracias'. ¿O acaso el tipo de RRHH no tiene su corazoncito?

El Mejor Motivador

Según los estudios, la primera razón por la que una persona deja un trabajo es su relación con el jefe.

Tal vez sea porque es imposible que los objetivos de su jefe sean los mismos que los suyos. Ni siquiera las metas de ese jefe son idénticas a las de su propio superior. Es ley humana social: para que alguien mande, alguien debe obedecer.

A los adultos, en general, les cuesta/no les gusta obedecer (algunos consiguen, sin embargo, anestesiarse para que sea más llevadero: 'me pagan bien aquí'; 'a mí qué más me da: la empresa no es mía'; 'a mí, mientras me paguen, haré lo que me manden', 'tengo un contrato indefinido que no puedo arriesgar', etc.)

Otra buena razón para cambiar de trabajo es porque pagan mejor. Sin embargo, también está probado que la satisfacción ante un incremento de salario dura unos seis meses. Lo cual quiere decir que, si se da un aumento decente de sueldo anual (improbable), eso dejaría al 50% de nuestra vida laboral por cuenta ajena deseando que nos lo vuelvan a subir porque se nos ha vuelto a quedar pequeña (probable).

¿Cuál es entonces la mejor motivación? Pensar, escribir, definir MI propio OBJETIVO. Una aspiración lo suficientemente retadora como para sobreponerme a los obstáculos más difíciles.

¿Cuántas veces nos hemos planteado en el pasado conseguir algo (salir con ese chico/a, aprobar ese examen, ganar ese campeonato, conseguir ese trabajo...) y lo hemos alcanzado a base de trabajo, obstinación y perseverancia?

Con que lo hayamos logrado una vez antes es suficiente para demostrarnos que lo podemos hacer de nuevo.

Y si nunca antes lo hemos hecho, es un buen hábito para adquirir. Para ello, es mejor empezar planteándose alcanzar una meta relativamente sencilla y conseguirla, que proponerse conseguir metas imposibles...

... siempre y cuando no olvidemos que, como dicen: no hay metas imposibles; tan solo tiempos inadecuados.

Por ejemplo: conseguir la prosperidad necesaria (es decir, comprar nuestro tiempo de vuelta), para no tener que trabajar para nadie... si no se quiere.

martes, 3 de abril de 2007

¿'Mileuristas' o Libertad?

España presume (¿?) de tener los salarios más bajos de la UE (hasta antes de la última ampliación), con una inmensa base de profesionales con cualificaciones, experiencia e idiomas que deben 'rascar' para poder llegar a fin de mes. Vaya lujo para este país.

Mientras ayudaba a una estudiante en su elección de trabajo (ella estaba en último año de carrera), ella me preguntaba: '¿cómo es posible comprarse una casa, casarse, comprarse un coche y tener hijos, si lo que me ofrecen en el mercado ronda los mil y pico euros?. No creo que sea posible'.

Personalmente, creo que no lo es. O sí lo es si se lleva una vida realmente espartana (creo que parte del éxito financiero obliga a cierto grado de austeridad, particularmente al principio, pero, hoy, con mil euros al mes, es difícil hacer mucho más que no sea sobrevivir). La entrada del euro, desde luego, no ha beneficiado, por mucho que las cifras oficiales revelen tasas de inflación 'razonables'. (Algún día haremos un recopilatorio de redondeos pre/post euro y elaboraremos nuestro IPC 'real').

Solución para próximas generaciones: claramente, fomentar 1) Educación en la gestión del dinero (contabilidad doméstica, coste de las cosas, producción, ahorro... Temarios adaptados a la edad del estudiante); 2) Formar en mecanismos de generación de riqueza ('emprendeduría', inversión, etc.) De esa manera, para cuando los chavales tengan 18 años, tendrán mayor madurez, criterio y, posiblemente, la experiencia para crear sus propias fuentes de dinero, en vez de lanzarse a la universidad porque sí (para luego preguntarse 4 años después qué van a hacer ahora) o danzar de empleo en empleo precario.

Soluciones para ahora: 1) 'Recuperar' ese conocimiento (la formación, en nuestra era, no puede limitarse a la enseñanza reglada. Debe ser continua.) Y nunca es tarde para empezar, por mucho que los mediocres (ver post anterior) insistan en 'eres demasiado mayor/joven', 'no sabes', 'tú no vales', 'es tarde/pronto', etc. 2) Aumentar fuentes de ingresos más allá de la nómina (servicios freelance, inversiones, venta de productos del hobby de uno, etc.) 3) Austeridad. Dice Zig Ziglar, mago de las ventas que: 'primero tienes que hacer lo que tienes que hacer, para luego poder hacer lo que te dé la gana'. Obvio. Pero no todo el mundo está dispuesto a 'hacer lo que hay que hacer': se está muy cansado al final del día, y el programa de esta noche no me lo puedo perder. 4) Perseverancia. 5) Tener objetivos. 6) Tener una cosa muy clara: es muy, muy, muy, muy, muy difícil alcanzar Éxito Personal + Éxito Profesional + Éxito Financiero en la nómina de otro. A alguno le hace pupa esta afirmación. Es natural: hay que desear muy mucho acceder a los Tres Éxitos para 'hacer lo que hay que hacer'.

¿Acaso 'hacer lo que te dé la gana' (o sea, haber comprado tu tiempo de vuelta para navegar, viajar, estar con quien quieres, montar a caballo, bucear, escalar, participar en un rally, acompañar a tu cantante favorito, ver la puesta de sol en Bali, ______, ______, etc.) no es, a fin de cuentas, la definición de libertad?

lunes, 2 de abril de 2007

Mediocridad

Frases verídicas en mi vida:
  • 'Tú suspenderás la carrera'. La saqué entre los primeros de la clase.
  • 'Tú no podrás entrar en consultoría'. Estuve 7 años.
  • 'Nunca podrás dejar la consultoría'. Tardé dos en entrar en la empresa en que yo quería.
  • 'Nunca podrás hacer Recursos Humanos'. Tardé uno en conseguirlo.
  • 'Nunca podrás ocupar un puesto de dirección de Recursos Humanos'. Tardé un año.
  • 'Nunca podrás publicar un libro'. Tardé seis meses.
  • 'Necesitas un padrino para publicar un libro en una editorial conocida'. Sin padrino, conseguí dos ofertas en dos de las editoriales más conocidas (una de ellas, aceptada, obviamente).

En mi experiencia como coach es lamentable ver cómo los mediocres intentan arrastrar consigo a los que buscan florecer.

Dos notas acerca de la mediocridad:

  1. Los cangrejos de río se pescan por docenas con cestas que se introducen en la corriente. Cuando se saca la cesta y se escurre el agua, los cangrejos que rebosan por arriba intentan salir de su negro futuro. ¿Y qué hacen los demás cangrejos que se encuentran por debajo? Tirar de ellos hacia abajo. Así no se escapan.
  2. Dicho japonés: 'el clavo que sobresale es el que se lleva el martillazo'.

Admito que es una de las razones por las que me dedico a coachear: no hay modo de explicar la sensación de la otra persona cuando se le ve en los ojos que algo en su cabeza hace 'clic' y decide pasar de los mediocres que le rodean para perseguir su propio éxito.

Nadie puede ser como Gates, como Alonso, como Federer, como Botín, como______ (quien tú admires). Ellos son, fueron o serán la mejor versión de sí mismos.

Solo podemos aspirar a ser lo mejor que podemos ser y ofrecer a nuestro entorno, sociedad, mercado.

Que no es poco.

domingo, 1 de abril de 2007

¿Éxito Personal = Éxito Financiero = Éxito Profesional?

Ranking de falacias que se sigue enseñando hoy en las universidades:
  1. Estudia una carrera con salida si quieres tener éxito. Detalles obviados: lo que se demanda hoy es altamente improbable que tenga la misma demanda en 4-5 años que tarde el estudiante en graduarse. Ni qué hablar en 40 años más. Ingenieros Informáticos los he visto cobrando fortunas, después migajas, y luego fortunas otra vez en cuestión de 5-6 años.
  2. Con este master encontrarás trabajos de 100.000 euros. Yo mismo he hecho ofertas irrisorias (y aceptadas) por MBAs de escuelas 'de prestigio'. No es la norma, claro está, pero es más común de lo que se cree. (Ojo, yo era un mandado y negociaba el salario que 'me dejaban', siguiendo la tendencia del mercado: paga menos por más.)
  3. Con este master (carrera) encontrarás (el) trabajo (de tu vida). Conozco unos cuantos profesionales como la copa de un pino que han tenido que eliminar su master de sus CVs para ¡encontrar trabajo!.
  4. Estudia lo que tenga salidas, trabaja en esa salida, y serás feliz y tendrás dinero. Si asumimos que uno puede estudiar lo que le gusta (si quiere ir a la universidad), entonces, a eso yo lo denominaría Éxito Personal. (El mismo de dedicarse a lo que le atrae profesionalmente). Si, además, prospera profesionalmente (asciende en la jerarquía, si le va ese tipo de vida), o se convierte en un exponente en su disciplina, entonces, a eso yo llamaría Éxito Profesional. Sin embargo, otra cosa es cómo vaya mejorando su posición financiera, o el Éxito Financiero. En mi experiencia, no tiene nada que ver ninguna de las tres cosas entre sí: se puede ser un excepcional maestro (una de las profesionales más vocacionales y de mayor responsabilidad, en mi parecer, que da la oportunidad de Éxito Personal y Éxito Profesional. Y, sin embargo, es una de las profesiones peor remuneradas, reconocidas y respetadas. Al igual que los médicos.) Conozco banqueros que hacen millones (de euros) al año que viven con camisas limpias en sus cajoneras y se duchan en la oficina (¿para qué perder tiempo en irse a casa?) y, a pesar de su juventud, aparentan una edad biológica de diez o más años por encima. Y una vida sentimental/física/social/emocional, etc. desequilibrada. ¿Éxito Financiero? claramente. ¿Profesional? también. ¿Personal? Depende: a muchos no les da tiempo a planteárselo.
  5. Para aprender a montar una empresa, tienes que estudiar empresariales. En esa carrera, en el común de los casos, se enseña a trabajar para la empresa de otro.
  6. Como no estudias empresariales, entonces es que estás por encima de esos temas tan materialistas. Nuestra sociedad del conocimiento no hace excepciones. Personalmente creo que todas las carreras deberían incluir asignaturas de empresa/economía. La Ley de la Oferta y la Demanda no hace excepciones ni con la comunidad de monjes más contemplativa. Que nos guste o no, es otra historia. Pero lamentablemente, las cosas son como son. No como nos gustaría que fueran.
  7. En el aula se te enseñará todo lo que te espera profesionalmente fuera de ella. Eso es lo divertido de la vida: casi todo se tiene que aprender experimentando en propias carnes, no haciendo examenes.
  8. Los que sacan mejores notas son los que tendrán mejor éxito profesional. Empresas punteras de hoy están lideradas por individuos que dejaron la carrera (o ni siquiera la iniciaron). Eso sí: tienen licenciados, masters y doctores trabajando para ellos.
  9. Aquí se viene a estudiar, no a socializar. El mus de cafetería ha unido desde siempre a socios empresariales de éxito. Y lo seguirá haciendo también en sus versiones foráneas: bridge, poker, carreras-de-pintas (de cerveza, se entiende), etc. El networking para los negocios es fundamental: no importa (solamente) qué sepas hacer, sino a quién conozcas.
  10. Aquí se viene a estudiar, no a ligar. Por favor. ¿Acaso volveremos a tener 20 años? (Admito que dejar solo 9 ideas en el ranking no me sonaba suficientemente 'redondo'. Chico malo, tsch, tsch. Lamentablemente no me daba tiempo a más: me llaman para una partidita de mus.)