domingo, 6 de abril de 2014

¿Gestionando el tiempo?

El ‘tiempo’ no existe, salvo como constructo de la primera mente humana que ideó el vocabulario suficiente como para inventar los términos ‘ayer’, ‘mañana’ y cualquier extensión hacia atrás y adelante en el calendario que escribió hace milenios sobre la primera hoja de palma.

El tiempo, así, solamente comienza a ‘existir’ en la Historia en cuanto aparece una mente pensante que lo idea y lo observa: a fin de cuentas, el universo entero estuvo, está y estará ahí, aquí y allá, con o sin relojes, aun cuando terminemos de nuclearizar el planeta veinte veces. No somos indispensables: no hacemos falta en el gran paisaje estelar para que éste siga su rumbo expansivo.

Pero no solo nos inventamos los relojes. En una pirueta de nuestra visión antropoombligocéntrica, nos llegamos a inventar, incluso, el término ‘gestión del tiempo’, es decir, cómo manipular las reglas ‘temporales’ de nuestro propio constructo mental. 

En otras palabras, yo me invento un juego e intento adaptar sus reglas para ganarme a mí mismo cuando juego contra mí mismo, haciéndome trampas a mí mismo cuando me creo que no me estoy mirando.

En efecto, el tiempo no se puede gestionar -- porque el tiempo, sencillamente, no existe [salvo que alguien humano así lo determine y convenza a otro de que esta abstracción ha de ser importante en su vida]. 

Ahora bien, lo que sí podemos, debemos, hacer es gestionarnos a nosotros mismos, y dejar de culpar a aquel reloj que inventamos un día para, por un lado, acabar postrándonos bajo sus pies; y por otro culparlo de nuestra propia ineficiencia o incompetencia cuando no logramos lo que nos proponemos en los años que nos fueron dados el día que nacimos: ‘es que no me dio el tiempo’, ‘es que me faltó tiempo’, ‘si tan solo hubiera tenido más tiempo’.

Estas siempre fueron las malas noticias: nadie regala más tiempo más allá de aquel día en el que tengamos señalada nuestra fecha de expiración.

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Por eso es crucial:

Planificar cómo usar (y des-usar) nuestro tiempo es lo que diferencia al que prospera del que no: decidir que ‘yo mando sobre mi reloj’ es algo que solamente sucede cuando 1) tenemos una autoestima tan demoledora como para dejar de regalar (derrochar) tiempo a incompetentes, cap*llos sin remisión, pensamientos destructivos, hábitos que nos derruyen mente, cuerpo o espíritu; y 2) cuando mantenemos una disciplina a prueba de pérdidas de tiempo. 

Y ambas se pueden entrenar.

El tiempo que dedicamos a cada persona y tarea, como una nave que hace aguas en el feroz temporal, si no lo tenemos herméticamente controlado, pasa a hundir la nave de nuestros días y comenzamos a ser vapuleados por las olas de la distracción, de lo cómodo, de lo vulgar, de lo mediocre, de la satisfacción inmediata, de la tecnología que dejamos nos distraiga del timón embelesándonos hasta que encallamos.

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Malgastar dinero es una necedad… pero antes o después el dinero regresa. 

Pero el tiempo, sin embargo, una vez consumido es irreemplazable.

No intentemos pues gobernar a nuestro reloj: este solo fue programado para continuar avanzando sin detenerse…

Al igual que nuestra vida.

Gobernémonos a nosotros mismos: escribamos nuestras metas [nuestra maestría, nuestro arte, nuestra familia, nuestra salud, nuestra belleza, nuestro bienestar, nuestro servicio a los demás, nuestra excelencia] con vista a una vida entera, a cinco años vista, para los próximos doce meses, el próximo semestre, este mes, la semana que viene, mañana.

Y para hoy. [Pues ayer, ya, pasó para siempre -- llevándose con él las oportunidades no abrazadas.]

Y eliminemos todo aquello que redundará y sobrará en esas metas -- las más importantes de nuestra vida.

Dejemos al reloj que haga su trabajo de dar vueltas y vueltas y vueltas.

Pero hagamos nosotros el nuestro de demostrar quién gobierna sobre el tiempo con el que la vida bendice nuestros días.

De lo contrario, alguien se asegurará de hacerlo por nosotros.

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Cada noche será la prueba definitiva: ¿hemos vivido el día acorde a nuestra Misión, nuestro Gran Proyecto, nuestras Grandes Metas?

Esta noche es un buen momento para comenzar.

#RompeLaZona

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