jueves, 30 de junio de 2011

::Tu Coach:: Proyecto Empresarial

Nos escribe E.:

"Después de leerme el libro Coaching para Emprender, además de El Código del Dinero y Hacer de Usted una Marca esa inquietud de hacer algo para y por mí misma que tenía desde hace tiempo se ha incrementado...

Desde hace años me formo de manera autodidacta en (...). He trabajado en una (...) durante más de (X) años y ahora trabajo para una empresa que elabora (...) Atendiendo a mis clientes, que son pequeñas tiendas que venden al consumidor final, he detectado varios problemas comunes a todas ellas.

Por un lado, al no estar los proveedores de (...) agrupados la mayoría de mis clientes se enfrentan a una media de (X) proveedores cada uno con su pedido mínimo correspondiente. Siendo normalmente el dueño de la tienda el que atiende al público, lleva la gestión de proveedores, el marketing, el escaparatismo, la web, etc es fácil entender que no están optimizando las compras además de tener un lío enorme de papeles.

Por otro lado, la mayoría de los clientes que visito no tienen ni idea de cómo rentabilizar su negocio: fidelizar al cliente, captar nuevos clientes, darse a conocer, nuevos canales de distribución, etc.

A todo ello se une que, actualmente, la falta de liquidez les impide hacer o ver nuevas posibilidades.

... tengo un (conocido) harto de trabajar en lo que trabaja y un gran experto en informática, tengo (conocido) con una preparación asombrosa en todo el ámbito de lo social y yo cuento con preparación comercial y en marketing y sobre todo una mente muy inquieta y un espíritu bastante inconformista.

Mi idea principal es la de crear páginas web con tiendas on-line para mis actuales clientes sin coste alguno para ellos. Nuestro beneficio iría enfocado a cobrar un porcentaje de las ventas que se generen a través de las tiendas on-line que les creemos. Además me gustaría acompañar esto de formación on-line y asesoramiento para ayudarles a rentabilizar sus negocios. Por último, estoy dándole vueltas a como puedo aglutinar a los proveedores (...) en materia (...) para que suministren conjuntamente los productos a mis clientes.

Lo que me cuesta es concretar y encontrar talentos que quieran unirse y aportar sus ideas y trabajo a este proyecto...

Muchas gracias por todo de antemano"

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El planteamiento de negocio, en papel, parece impecable. Por eso habría que testarlo. Por lo que mencionas, hay oportunidades de valor añadido tanto aglutinando proveedores como clientes e, incluso, podríais obtener un margen por ambos extremos mientras las otras dos partes salen igualmente beneficiadas (los proveedores, por un lado, venden más y, por otro, las tiendas compran más por menos además de facilitarles a) tiempo, b) formación, c) visibilidad), d) liquidez liberada para otras cosas). Hay modelos parecidos que quizás quieras explorar en Voyageprive, Buyvip, App Store, Groupon o el mismo Amazon. Nada mal en tanto en cuanto la viralización parece razonablemente sencilla - si bien, ¿quizás? limitada y circunscrita a esos proveedores y tiendas. Aunque tiempo habrá siempre (debe haberlo) para innovar y diversificar el negocio original pues, además, antes o después a alguien se le ocurrirá imitaros/compraros.

Déjanos plantearte/os varias preguntas/reflexiones que quizás quisiérais explorar antes de llevar adelante vuestra idea o mientras estáis diseñándola. Dado tu trabajo, entiendo que los contactos ya los tienes establecidos. Por ello:
  • ¿Has testado el interés por parte de clientes y de proveedores?
  • De ambos colectivos, ¿cuántos estarían interesados a firmar 'ya' la colaboración que les propones? y por 'ya' queremos decir eso, 'ya'... no solo un 'estaría bien', 'tiene buena pinta lo que dices' o 'bueno, lo hablamos más adelante'.
  • De estos que firmarían de inmediato este tipo de colaboración, ¿qué expectativas de ventas, muy, muy conservadoras, podrían anticiparse en el primer año? ¿Compensaría el coste del diseño (dinero, tiempo) de la web? ¿Cuál sería el margen que razonablemente podríais quedaros por el servicio de mediación? ¿Sería este margen en función de unidad, por pedido, por volumen...? ¿Esos porcentajes serían las únicas fuentes de ingresos? (¿la publicidad en vuestra web, por ejemplo, es una opción?)
  • Si esta última información no fuera fácilmente predecible (precisamente por la atomización y visibilidad mayormente offline del sector), ¿has probado a realizar un test-piloto en vivo, que funcione? Esto es, ir adelante, diseñar la web de un cliente de confianza, firmar una primera colaboración - pero no (necesariamente) con el propósito (aún) de hacer dinero, sino de testar las aguas antes de entrar de lleno en el sector entero.
  • ¿De qué manera vais a viralizar la plataforma que pensáis crear? ¿Cuánto tiempo os llevaría? ¿Por qué deberían adscribirse los proveedores y tiendas a vuestra propuesta?
  • Parece que estás mencionando la creación de una central de compras, con lo que 'convencer' no debería ser muy problemático - aunque quizás intensivo en tiempo consumido (visitar, presentar, seguimiento, volver a visitar... tened en cuenta que estáis 'educando' a un sector entero y los hábitos llevan su tiempo). En este sentido, buscad 'éxitos rápidos', esto es, proveedores/clientes que os hagan de prescriptores. Es como en Facebook: el 95% de gente nunca se hubiera apuntado, pero lo hace porque entre el 5% restante están sus amigos que son los que en Marketing se llaman los Innovadores, los que prueban todo lo nuevo, los primeros en el ciclo de vida del producto.
  • ¿Qué les vais a ofrecer a cada grupo objetivo (qué ganan ellos)?
  • En relación a tu equipo, nos preguntamos si hay algo que esté impidiendo el que con un 'técnico' (informático), una 'comercial' y el 'motor' (tú) no estuviérais (si es el caso) ya sopensando un primer prototipo. Quizás lo que echaríamos en falta a corto plazo es quien llevara los dineros ('contable'). En un porcentaje muy significativo de proyectos emprendedores, estos 3-4 perfiles son los que deben quedar bien cubiertos de partida... por si se alcanza masa crítica y hay que comenzar a contratar a gente que os ayude - de este modo, las áreas básicas quedarían (por el momento) cubiertas. Es lo que diferencia un empresario individual (las tiendas que mencionas, con individuos que lo hacen todo, todo el día) y construir una empresa (donde, sobre todo virtualmente, generas dinero aunque estéis durmiendo).
  • Una última pregunta: ¿es una opción el que vosotros mismos seais la propia tienda? Esto es, que os posicionéis como (¿única?) tienda online. Hay varios aspectos - como que aunque el margen previsiblemente sea mayor por venta y volumen, el trabajo dedicado a ello también es mayor, al igual que el riesgo.
  • Finalmente, considerad los modos en que la captación de nuevo talento tendría lugar. Desconozco si quizás a estas alturas sea un problema (aún) prematuro pues lo idóneo es que el negocio (y no vosotros) sea el que financie el incremento de plantilla y quizás haya que ver las cifras según vayan materializándose. Considerad igualmente si queréis 'socios' y no empleados (preservando vosotros la mayoría del negocio, asumimos) pues el compromiso de los primeros suele ser mayor. Quizás entre los propios proveedores y compradores haya individuos interesados (a fin de cuentas, les habréis 'regalado' tiempo que pueden invertir en diversificar su propio negocio, y esta es una de las opciones).

Todo el éxito, E. - Contadnos qué tal va yendo.

Un cordial saludo,

Gregory

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El servicio de Tu Coach refleja opiniones y reflexiones válidas para proporcionar una perspectiva adicional en la elección de la carrera profesional individual. No obstante, no pretende ser asesoramiento formal financiero, fiscal o empresarial que sustituya el consejo experto que desde aquí se anima a perseguir antes de tomar ninguna decisión que pueda impactar en la situación financiera del lector. Los autores declinan toda resposabilidad de las decisiones que por la lectura de estas opiniones y reflexiones, puedan derivarse por parte del lector.   

miércoles, 29 de junio de 2011

Iniciadores

Al igual que una 'idea' no es lo mismo que una 'ocurrencia', no hay tal cosa como un 'emprendedor-tipo'. Hay individuos que son como un ariete, iniciadores natos, despegan ideas, materializan conceptos del papel a la realidad en 3D. Pero cuando la cosa empieza a funcionar o a volar sola, entonces se van... porque se aburren.

En tu idea hace falta dinamita - al menos una persona que sea un tornado de energía. El mismo tipo que, como te descuides, se irá en cuanto empiece a hacer falta contratar administrativos para 'gestionar' la empresa.

Pero, de nuevo - eso ya no es 'emprender'. Eso es ser 'administrador de empresas'. Y de esto último ya hay demasiados. Un aburrimiento, vamos.

Y el aburrimiento no lo llevan muy bien, no.

lunes, 27 de junio de 2011

::Tu Coach:: Adolescentes, Motivación y Aprendizaje

Nos escribe C.:

"... sobre los adolescentes que no tienen la constancia del trabajo-estudio y no saben organizarse en sus tareas diarias. Tengo un hijo de (adolescente) años y en el día de hoy le dieron las notas, repitió curso y todavía le quedaron X asignaturas... estoy que me subo por las paredes... creo que no tiene motivación por el aprendizaje y la superación personal y es un pilar muy importante para llegar al exito... "
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El sistema educativo está, desafortunadamente, extremadamente obsoleto. Te adjunto una entrada en el blog que quizás te sirva como perspectiva de esta evidencia (es el vídeo que aparece aquí).

No hay una panacea o fórmula mágica. Es, posiblemente, una labor de ensayo de diferentes métodos simultáneamente. Déjame compartir contigo algunas ideas que quizás te sirvan:

El córtex cerebral (parte del cerebro que nos hace humanos 'racionales' -a veces-) no termina de madurar hasta los 25 años aprox. Es por esto que nuestros adolescentes (a pesar de 'parecer' físicamente hombres y mujeres cada vez a una edad más temprana), se comportan aún (casi) como niños a) con la vista al corto plazo (gratificación casi instantánea) y b) de manera que a los adultos nos parece 'irresponsable' (emborracharse, conducir a altas velocidades, sexo desprotegido y otras experimentaciones con la vida). Por eso puede costar motivarles empleando el discurso adulto que todos entendemos. Porque, simplemente, ellos no lo ven. Lo entienden, sí, pero no le ven la utilidad. A eso añádele el entorno de la sociedad del hedonismo y 'lo rápido'. Todo un reto.

Es importante que conozcas qué es lo que le motiva - que lo hay. Que haya un sistema educativo estándar no quiere decir que a todos los alumnos les deba satisfacer o respondan a su estilo de aprendizaje o a lo que les sirve aprender. No me cabe ni la más mínima duda que sí le motiva aprender - pero posiblemente no lo que le enseñan en el colegio. Es fundamental hallar qué es lo que le gusta aprender, sea dentro o fuera de la escuela.

Busca quizás la evaluación de su estilo de aprendizaje (algunas ideas con las que empezar, aquí). Puede que no sea 'lo' que le enseñas, sino 'cómo' se lo enseñas que no quede integrado.

Recuerda por favor la diferencia del artículo de coaching educativo entre 'enseñar' (informar, responsabilidad del que enseña) y 'aprender' (experimentar, responsabilidad del alumno). En este sentido, aunque suene crudo, que le quede claro que 'él es el único responsable de lo que ha sucedido'. Y trabajar desde ese centro, en lugar de las excusas o culpar a otros externos (por ejemplo, 'difícil asignatura', 'profesor que me tiene manía', 'la novia que me distrae', etc.)

Un símil, si me permites: es más fácil entrenar a un caballo a que corra más rápido que enseñarle a bucear. Siendo honesta contigo misma, ¿cuáles son las habilidades innatas/talentos -que apuntaba ya de pequeño-? Algunas ideas de Gardner, aquí. 
 
Por su parte, Judith Rich Harris sostiene que 'los niños se identifican con sus compañeros y compañeros de juego en lugar de con sus padres, y modificará su comportamiento para encajar con el grupo de pares, lo que en última instancia, ayuda a formar el carácter del individuo'. Esto es, quizás quieras revisar si tus esfuerzos se diluyen dado el grupo con el que se desenvuelve. ¿Cambiar ese entorno?

Te propondría que exploraras el que hubiera coaches con experiencia en adolescentes para ayudarte. Adicionalmente, buscaría un equipo completo de trabajo (familia, amistades, entrenadores deportivos, profesores...) para que tu hijo vea que el mensaje es unificado y no se dispersa por señales contradictorias entre unos y otros.

Obviamente, mucho cariño pero con autoridad. Paradójicamente, ser amoroso implica marcar límites que no se pueden traspasar.

Involúcrale. Hazle responsable de sus decisiones - todavía está siendo educado y más mayor será más difícil. Sé consecuente con lo que le dices que sucederá cuando suceda, tanto si cumple como si no: esto es, si hay premio, que lo haya. Si hay retirada de privilegios ('castigo'), mantenerlo.

Invítale a que te explique 'su' manera de organizarse - guíale si fuera necesario (nuestra concepción del orden de cada uno es muy individual), pero hazle seguimiento cuerpo-a-cuerpo día tras día (al principio), hasta que se establezca el hábito (liderazgo situacional). Calcula unos 21 días (pero esto puede variar), antes de que puedas 'soltar' poco a poco. Esta organización debe incluir tiempo de calidad de estudio, incluyendo metodologías que le puedas enseñar (¿mapas mentales, grabación de las lecciones en su iPod, explicación a terceros... por ejemplo?).

Si es necesario, obviamente, clases particulares (contenidos) o metodologías de aprendizaje (continente) puede ser necesario que contrates.

Por favor ten presente que únicamente somos responsables personalmente de lo que decimos y hacemos (ni siquiera somos responsables del 100% de nuestros pensamientos, ya que muchos son aleatorios...). Esto es, que él (o cualquier otra persona) por consiguiente es responsable de lo que él/ella hace y dice. Y ese es uno de los roles de los padres: asegurarnos que se hacen, en efecto, responsables... de lo suyo. No se puede 'fallar' si uno hace lo máximo/mejor/óptimo que puede hacer - pues es, eso, lo máximo/mejor/óptimo que puede hacerse... ahora bien, las consecuencias de esas acciones ya se nos escapan: ¡no somos omnipotentes!

Infinita paciencia - lo sé. Pero esto también viene en la descripción del puesto de trabajo de progenitores...

Mucho éxito - cuéntanos qué tal va yendo.

Un saludo cordial,

Gregory

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sábado, 25 de junio de 2011

Reglas

Hay reglas que se deben respetar: prometa a sus clientes menos de lo que pueda y sírvales más de lo que esperan.

Hay reglas que se deben adaptar: para empezar un negocio no hay que comenzar con un capital inicial endeudado y asfixiante.

Hay reglas que se deben doblar: aunque la empresa (de otro) en la que trabaje le exija lealtad incluso mientras duerme, su tiempo libre es suyo - nadie le impide experimentar con la monetización de sus hobbies y sus pasiones... si le da la real gana.

Y, sí, hay reglas que se deben romper: sobre todo aquellas que le dicen otros que debe seguir para cumplir con su concepción del mundo: 'tú no vales para emprender', que le dirán, en su infinidad de variantes. Todos las hemos oído.

jueves, 23 de junio de 2011

Agradecimiento

Hay muchas cosas por las que estar agradecidos (a quien quiera que sea) en la vida: desde la posibilidad de percibir por los sentidos, hasta del vicio de quejarse por deporte; desde la capacidad de pensar racionalmente, hasta de disponer de la destreza de comer con palillos. La complejidad de la motorización, de la articulación verbal, del pensamiento es tal que, sí, el que funcionen cada día es (posiblemente) milagroso.

El agradecimiento es, de hecho, terapéutico. En inglés hay un dicho ('cuenta tus bendiciones') para expresar, sobre todo cuando estamos en 'modo: queja', que hay  mucho, muchísimo más de bueno en nuestra vida de lo que creemos (¿o queremos?) ver.

Y hay muchas formas de estar agradecidos por nuestro día a día, por obscuro que se presente. Entre ellas, dos.

Una, estar agradecidos como si lo que recibiéramos no lo mereciéramos. A veces, la emoción que se siente viene sazonada con culpa o vergüenza.

Otra, estar agradecidos con la certeza (y humildad, difícil equilibrio) de que valemos lo que nos ha sido otorgado o regalado.

Es ese genuino contento por disfrutar esas bendiciones.

martes, 21 de junio de 2011

Multiplicar felicidad

La había conocido hacía ya unos años en una boda - y me quedé prendada de ella: vitalidad y vivacidad, optimismo y, bueno, sí, su atractivo.

Ella, Ana, estaba de pareja con un conocido, y se les veía muy muy felices: se compenetraban muy bien y desprendían esas buenas vibraciones que solo las relaciones genuinamente constructivas emanan.

Pasaron los años desde esa boda y, un día, mientras esperaba al Metro en Madrid, oí una voz que gritaba mi nombre desde el otro andén - sin importarle que, además de mí, se dieran la vuelta otros trescientos viajeros. Era Ana (milagroso reconocerla en la distancia con mi miopía). Corrió hacia mí y me dió ese abrazo que se le da a una persona muy cercana tras años sin verle... a pesar de que toda mi relación con ella había sido una conversación en una boda de no más de veinte minutos años atrás.

Hablamos de todo y de nada durante unos instantes, hasta que le pregunté qué tal le iba con aquel conocido. 'Lo hemos dejado la semana pasada', me respondió. 'Vaya', dije, 'qué metedura de pata; disculpa', intenté resolver la c*gada como pude.

'No, ¿sentirlo por qué?', dijo. Le respondí, cada vez más torpemente, que estaban muy dichosos juntos, que hacían una pareja espectacular y que después de tantos años juntos debió haber sido duro.

Ella me dijo: 'No fue una decisión fácil, pero sí la mejor decisión que pude tomar porque he hecho felices a cuatro personas'.

No entendí. '¿Cuatro?'

'Sí', me aclaró con esa radiante sonrisa, 'al dejarlo con él, he hecho felices a cuatro personas: a mí y a mi futura pareja, y a él a su futura pareja'.

Y así de rápido cambió uno de mis más (creía yo hasta entonces) arraigados paradigmas.

Pero eso es otra historia.

lunes, 20 de junio de 2011

Compartir ideas

En un seminario solicitamos a los equipos que expusieran sus ideas de negocio (reales) por equipos. Hubo un participante, no obstante, que se negó de plano a compartir su proyecto.

Su argumento era que ‘le podían robar la idea' (el resto de participantes). Sin problema. Dejamos que se integrara en otro equipo donde el líder correspondiente, sí, compartió libremente su idea – la cual se hizo trizas, destripó, se le dio la vuelta.

Dejamos que se liberara tanta energía porque el feedback de este equipo era potentísimo: desvelaron las razones por las que la idea, en efecto, no prosperaría – otorgando así a su creador la generosidad de un grupo de personas que compartían sus impresiones desinteresadamente. El tipo, en cuestión, salió de la sesión reforzado, pues de tanta tormenta salió un nuevo concepto de negocio que su equipo, esta vez, sí valoró y elogió como materializable.

Requiere coraje someterse a la crítica de aquellos a los que tu idea les interesa (los que buscan cargársela por deporte, mejor mantenerlos lejos). Sin ese coraje, el creador de la idea posiblemente se hubiera dado el guantazo directamente con el mercado real.

Expónganse. La mentalidad del grupo, en efecto, es dispar a la del individuo, por genial que sea la de éste.

Una postdata: el primer tipo, al final, se aventuró a contar su idea. Pero desafortunadamente, el tiempo asignado a la sesión ya no daba para más.

No importa. Según nos contó, se llevó puesto lo que era relevante para él, lo que 'necesitaba aprender' (sic) en ese preciso momento.

Exponerse tiene su contraprestación si uno está abierto a encajar la crítica con una autoseguridad demoledora y una humildad mayúscula.

Puede intimidar, sí.

Pero solo las primeras veces.

viernes, 17 de junio de 2011

Emprendedores, somos

Hace unas semanas estuve en un mercado medieval espectacular por su completitud y asombroso por su tamaño (unos cinco o seis campos de fútbol juntos). Había maestros de todas las disciplinas manuales posibles: carpintero, ebanista, herrero, orfebre, joyero, vidriero… Y en cada una de ellas, un pequeño taller para que los niños jugaran y experimentaran con el oficio de sus tatatatarabuelos.

Dos ideas. Una: nuestros e-niños se están perdiendo el desarrollo de talentos y enseñanzas del mundo ‘físico’ de los mayores (los pequeños aprenden solos a manejar una Wii o un iPhone en minutos). Dos: antes de la Revolución Industrial, una gran parte de nosotros trabajaba como autónomo. Empresario individual, vamos.

Ese gen sigue estando ahí.

No lo sigamos tapando con paladas de nóminas.


miércoles, 15 de junio de 2011

¿Coaching? - en el agua

La escena era bella.

El padre dentro de la piscina, bajo el sol del verano, sonriendo y haciendo un ademán con las manos de 'sígueme', mientras alentaba a su hija, de unos cuatro o cinco años a que nadara hacia él, obviamente la primera vez que se soltaba del bordillo y se aventuraba a la parte honda... sin flotador.

'¡Dame la mano!' decía ella, entre temblorosa y sonriente (curioso como se entremezclan las emociones cuando se atraviesan las fronteras de nuestra zona de confort). 'Tómala', le decía el padre, retrocediendo, muy disimuladamente mientras la pequeña avanzaba.

'Papá, ¡te estás moviendo!' y '¡Papá, no puedo, no puedo!', gritaba ella, entre extática y temerosa.

'Que sí, hija. Si ya me tienes casi… un poquito más, un poco más, vamos, vamos…´, le animaba él.

Y así todo el largo de aquella piscina. Brazada a brazada.

Cuando la niña llegó, el abrazo del padre se pudo sentir entre todos los que observábamos. Una pequeña lagrimita traicionera delataba a la madre en la orilla.

La celebración del padre con su hija, dentro del agua, fue mayúscula.

Qué energía. Qué bueno.

La niña nadó sola, y a pesar de su miedo. Sin estilo quizás; sin aspavientos de elegancia.

Pero con efectividad.

El padre creó las circunstancias de la autoconfianza, y de la autonomia-apoyada y sustentada.

Al día siguiente, la niña quiso explorar el siguiente límite: tirarse desde el trampolín.

Se avecinan más éxitos que celebrar.

lunes, 13 de junio de 2011

::Tu Coach:: Éxito Profesional

Nos escribe C.:
"Soy una persona con muchas inquietudes, me gusta "CREAR". En mi vida siempre he tenido una aptitud muy optimista, realista y objetiva y me ha llevado a ver situaciones difíciles no de color de rosa pero si salir fortalecidas de ellas. Puedo decir que he llevado el timón de mi vida por donde he querido. Siempre deseaba tener mi propio proyecto empresarial, creía en mis habilidades, por ello, cree mi empresa y estoy trabajando con motivación e ilusión a pesar que los resultados no son lo que yo quiero. Por este motivo, me gustaría que me orientarán de cómo puedo conseguir más éxitos en mi carrera profesional. Deseo que mi proyecto empresarial tenga una larga vida. Hay momentos que lo veo todo muy claro y con grandes éxitos en cambio hay otros que me saltan las dudas de si merecerá la pena este sprint.

Te agradezco enormemente la respuesta y seguro que tus conocimientos y experiencia me va a reportar mucho en mi camino de la vida."

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Mencionas en tu nota que eres una persona a la que le gusta 'crear' - este don tiene una peculiaridad, y es que se quede únicamente en el sentido 'creativo', o que, de hecho, se 'materialice' lo que previamente has vislumbrado en tu mente. Eso es lo que diferencia la persona que consigue del (magnífico pero inefectivo) analista de salón.

Hay cuatro ejes que es importante explorar cuando emprendes: 1) tu motivación (qué es lo que de veras, de veras, de veras, te mueve a llevar tu proyecto adelante). Por lo que deduzco, esta parte está clara y viva. 2) tu conocimiento, es decir, aquellas técnicas, habilidades, herramientas, recursos, que te permiten acelerar en la consecución de tus logros. Dependiendo de tu producto, servicio, mercado, nicho, etc. es necesario estar permanentemente involucrado, actualizado, dinámico, en permanente educación de uno mismo para asegurarse de que no nos quedamos atrás. En muchas ocasiones, llegar al éxito (como quiera que lo concibas) no es lo difícil: lo difícil es, de hecho, quedarse arriba pues, hoy en día, todo es fácilmente imitable, mejorable, absorbible por competidores. La actualización, la humildad de continuar aprendiendo, es lo que nos permite mantenernos frescos, alerta, dispuestos a continuar expandiendo nuestro negocio - si tu motivación permanece viva. 3) tu equipo. Muchas veces, el emprendedor individual persigue hacerlo todo - sin embargo, empresa se hace únicamente contando con otras personas que, sí, también te lleven la contraria para testar tus ideas, dinamitarlas si hace falta, purgarlas para separar las ideas generadoras de valor de las meras ocurrencias. Se suele hablar que en toda organización debe haber, al menos, tres roles: el creativo, el vendedor y el contable. El primero tiene como premisa 'todo vale': es el ingenio, el idealista, el generador de innovación y propuestas que podrían materializarse. El segundo es el que aporta contactos, nuevos nichos, el que está inmerso en el mercado y, sobre todo, se dedica a escuchar para que lo que propone el creativo pueda ser adaptado - además de, obviamente, vender. El tercero es el racional, el que gestiona los dineros que van entrando - a veces es el más conservador (¡'aguafiestas' para muchos!), pero el que asegurará que la servidumbre a créditos y terceros sea la mínima posible para facilitar la independencia del negocio. Y 4) la acción - el movimiento. La plasmación de la asunción del riesgo en actividad física: esa llamada, ese contacto, ese prototipo mejorado, esa muestra dejada en consigna a un potencial cliente. Sin movimiento, el resto es un ejercicio académico excepcional pero falto de materialización.

Todo esto tiene sentido si recoges por escrito (aunque pueda no parecerlo, es determinante para calibrar el progreso pues las palabras dichas se nos olvidan con facilidad) dos cosas: a) qué es para ti 'éxito' (dinero, tiempo, independencia, pasión por una idea, etc.) y b) cómo se mide ese éxito. Con estas dos cosas claras, puedes establecer baremos (indicadores) tangibles de logro dentro de un calendario, con días y meses y horas, concreto: p. ej. facturación x en abril del año que viene, o número de clientes dentro de 60 días, número de pedidos entregados antes de tiempo, prototipos nuevos lanzados por semestre, etc. Sin ese baremo, lo más frecuente es, simplemente, alargarnos en el tiempo indefinidamente... que es cuando las dudas empiezan a asaltar porque no vemos retorno de ningún tipo a pesar de estar permanentemente atareados. De ahí que comentara la importancia de proclamar nuestras metas por escrito, negro sobre blanco, en papel. Por supuesto, con nuestro equipo como testigo, como mencionábamos en el párrafo anterior. Sin esa involucración de todos, estaremos haciendo de Rambo innecesariamente.

Las dudas están siempre, siempre, ahí. Siempre. Lo importante no es tener dudas (una manifestación de temor), que todos tenemos, sino qué es lo que se hace con ellas. Estas son recordatorios acerca de otras vidas (la que vivíamos antes de emprender o etéreas/imaginaciones/suposiciones) que idealizamos como 'mejores' (en inglés tienen un dicho 'la hierba siempre parece más verde al otro lado' [el de la casa del vecino]). A veces son consecuencia del cansancio (emprender consume mucha glucosa en el cerebro, es decir, mucho combustible), de ahí que fantaseemos en ocasiones con vidas alternativas aparentemente más 'seguras' o sosegadas. Sin embargo, estas dudas son la 'prueba ácida' de nuestra determinación. Un ejercicio de coaching consiste precisamente en solicitarte a ti misma con cien años de edad que te venga a visitar a ti misma hoy día - con toda la sabiduría, conocimiento, experiencia que la madurez biológica aporta a aquella. En muchas ocasiones, comprobarás, los arrepentimientos vitales vienen más por aquello que no se hizo que por aquello que se realizó. El riesgo forma parte de la vida: quien no apuesta, no gana. Pero apostar no garantiza el éxito. Pero tampoco perder es determinante: salvo que uno decida que así lo sea - muchas veces el emprendedor de éxito ha vivido quiebras personales. Pero remontó y superó. Y lo que parecía ser un fracaso en su superficie almacenaba dentro de sí el germen del logro.

Todo el éxito, C. - y déjanos saber cómo va!

Un saludo cordial,

Gregory


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El servicio de Tu Coach refleja opiniones y reflexiones válidas para proporcionar una perspectiva adicional en la elección de la carrera profesional individual. No obstante, no pretende ser asesoramiento formal financiero, fiscal o empresarial que sustituya el consejo experto que desde aquí se anima a perseguir antes de tomar ninguna decisión que pueda impactar en la situación financiera del lector. Los autores declinan toda resposabilidad de las decisiones que por la lectura de estas opiniones y reflexiones, puedan derivarse por parte del lector.

domingo, 12 de junio de 2011

Compromiso

Es el brillo de los ojos, es esa pasión que sale por cada poro de la piel, es el tono entusiasmado, el que destila el que una persona embarcada en un proyecto esté realmente comprometida con él.

Aunque las horas de sueño se vean recortadas, el proveedor falle, el cliente no pague a tiempo... como cuando busca inversores o ampliar su cartera de clientes; cuando involucra a otras personas a echar abajo las nuevas ideas que se le ocurren para innovar. Con determinación.

Esa pasión no se puede disimular: arrastra obstáculos y atrae a clientes como abejas a la miel.

No hay nómina que pueda comprar el compromiso de nadie.

Este solo nace de dentro afuera.

¿Con qué está usted, realmente, realmente, realmente, comprometido?

sábado, 11 de junio de 2011

Tener vs. Usar

Tenemos cierta fijación por poseer cosas cuando lo que realmente queremos es tener acceso, usar, esas cosas.

Se puede vivir en arrendamiento, por la necesidad de usar un hogar, sin tener que poseer la propiedad (o que el banco nos posea a nosotros en el proceso). Lo raro, de hecho, es poseer una casa - algo típico en España (aunque haya que pagar hasta un 50% de sobrecargo en la vida de una hipoteca, para gozo de banqueros). Incomprensible financieramente hablando [excepciones: 1) inversión pura para arrendar - no especulativa; 2) adquirir la propiedad a tocateja)].

Cada vez hay más personas que alquilan un coche solo para el fin de semana, que es cuando lo podemos realmente usar (el tráfico entre semana es infernal). No hace falta pagar seguros anuales, gasolina todo el año, repuestos, plazas de parkings mensuales, etc.

Se puede hacer de Onassis alquilando un velero con amigos solo en verano. Sin pagar tasas de atraque y mantenimiento todo el año.

El buceo o el esquí pueden ser deportes de material muy costoso: pagar por emplear el equipamiento solo cuando se usa es mas práctico (las botellas con aire comprimido y las máquinas que las llenan no son precisamente lo que uno almacena habitualmente en el trastero).

La ropa y demás utensilios para bebés se pueden emplear por los meses necesarios (ya me dirán cuánto tiempo usa un bebé el capazo que cuesta un cuarto del salario medio mensual).

En Barcelona hay parkings de bicicletas: coja una, muy barata por cierto, empléela, y déjela en otro parking en la otra punta de la ciudad.

En todo el mundo hay personas que ofrecen su sofá para que la gente de visita pueda dormir gratis cuando hace turismo a su país.

Las bibliotecas virtuales inter-usuarios serán una realidad en breve. Ya hay vendedores globales que están experimentando con el préstamo de e-books entre sus lectores/clientes de la red... o de la nube.

Nuestra sociedad está hiper-produciendo: en EEUU, particularmente, es asombroso constatar la vastísima cantidad de cosas, alimentos, bienes, que se tiran a la basura aun siendo prácticamente nuevos.

La mentalidad de yo empleo, más que de yo poseo, evita (o reduce) continuar esquilmando los recursos naturales. Nuestras fábricas tienen demasiada capacidad de producir cosas que, sin embargo, nunca podrán ser adquiridas: pero no pueden permitirse detenerse porque perderían dinero.

Por supuesto, en esta filosofía de poseer vs. utilizar, cada vez hay y habrá más contratos mercantiles y menos laborales en trabajos que serán más por proyecto que por misión departamental clásica. ¿Ventajas? los empleadores se llevan el mejor talento y les cuesta menos; los agentes libres (antiguos empleados) cobran más y no se deben a nadie en particular. Capitalizo el talento del individuo (experiencia en el proyecto), en lugar de comprarlo.

Hay infinidad de modelos de negocios nuevos (aún por descubrir - pasen al fondo, hay sitio para todos) basados en el uso - no en la posesión. O en la posesión limitada (compre solo la canción que le guste, no el CD entero que, sorpresa, cuando se oye en casa es infumable; vea un video en streaming sin pagar una prima por la caja o el pellizco del distribuidor).

Como el dinero que, per se, no sirve para nada: no se puede comer ni se puede montar uno encima para ir de vacaciones. Es el uso del dinero lo que lo hace valioso.

Y es el endeudamiento por la posesión de cosas (costosas) que apenas empleamos lo que esclaviza al individuo.

En suma: para el largo plazo el dinero solo debería emplearse para adquirir activos fijos que renten (una propiedad, una empresa adquirida, o una máquina de refrescos), a modo de inversión. Si no, quédese este en activos circulantes.

Es, sí, otro cambio de paradigma, de modelo mental, de modo de vivir.

La pregunta sería entonces ¿estamos dispuestos a reducir (o dejar) nuestra cultura de poseer?

viernes, 10 de junio de 2011

Lo que (quizás) sea amar

No es extraño que las estadísticas lo revelen: vamos camino del 50% de matrimonios que se divorcian.

Hoy por hoy, escoger pareja es una tarea heroica: no solo se han multiplicado las opciones de relación (con/sin compromiso, relaciones solo íntimas, exclusivas, abiertas, mismo-distinto género, padres/madres separados, con casadxs, solterxs de oro o por vocación...) sino que hallar una concordancia entre lo que cada potencial partenaire desea requiere de unas cucharadas extra de comunicación - para consolidar una relación duradera y enriquecedora, esto es. 

Casi nada: la comunicación ya de por sí anda filtrada por sesgos, prejuicios, ejercicios de adivinación de los miembros de la relación (y no digo 'pareja', pues cada vez es más frecuente encontrar relaciones, consentidas y buscadas, a más de dos bandas)... por lo que es sencillo imaginar la tendencia de cualquier relación sentimental hoy en día con esta inabarcable elección.

Efectivamente: su extinción.

Toda relación, antes o después, tiene su fin. Mantenerse juntos no necesariamente implica estar juntos.

Hace años asistí a una boda en la que los contrayentes proclamaron, en sus votos de lealtad, que permanecerían juntos solamente hasta que la muerte del amor (¡) los separara - para horror del oficiante.

Uno de los problemas es que el amor se nos vende mitificado. Descompóngase este en moléculas y encontrará que la química del amor es, precisamente, eso: química. Dopaminas, endorfinas, oxitocinas... de ida y vuelta, reforzados por el impulso sexual (a ver si no cómo mejor puede tentarnos la Naturaleza a reproducirnos) hacen que, en efecto, el amor sea ciego: no vemos, literalmente, los avisos de problemas que la relación puede presentar. Si a eso le asociamos el espejismo peliculero del amor eterno (¿oyen los violines de fondo?) y la búsqueda de la media naranja (eso haría unas 3.000.000.000 de seminaranjas en el mundo de donde escoger: como para acertar a la primera... es más fácil, estadísticamente, sacarse la lotería), entonces el desencanto está asegurado. Es cuestión de tiempo.

Hay un proverbio que dice que camina más rápido el que camina solo, pero más lejos el que camina acompañado. Y, sí, hay individuos que, en muchos casos, ni caminan, esperando a encontrar (o buscando desesperadamente) en su vida a un compañero de fatigas - para entonces, ahora sí, darse permiso a vivir.

Una vez ellos se encuentran, es tentador volcarse el uno sobre el otro mutuamente sus expectativas, deseos, metas, sueños, en la certeza (inconsciente) de que el otro las nutrirá, satisfará, abastecerá - dejando así cada uno de guiar su propia vida para exigir (tácita o expresamente) al otro la responsabilidad que el uno abandona.

Mézclese pues bien el cóctel: expectativas de satisfacción íntegra de los deseos de uno, exigencia del guión de una relación vitalicia, monógama, física y emocional; (cierta) garantía de la cobertura del impulso sensual y devuelvan la coctelera al mundo real y sus problemas: cansancio laboral, estrés, cuidado de los hijos (si los hay), etc. y el negocio que gira alrededor del divorcio se comienza a frotar las manos. Y no de frío precisamente.

Si los individuos en la relación no han otorgado espacio para respirar al otro, entonces las consecuencias van desde la ruptura (cuántos no-divorciados legalmente ya lo están de hecho emocionalmente) hasta el desastre: violencia verbal, psicológica, física... por supuesto, exacerbada por la escalada hacia arriba y los lados que cualquier conflicto conlleva al involucrar a terceros y cuartos: abogados, jueces, peritos, psiquiatras, familia, amistades y, sí, los hijos.

Por ello, aceptemos que toda relación lleva en sí la semilla de la extinción.

Ahora bien, depende (al menos, en parte) de los miembros de la relación el que esta se quiebre finalmente. 

Creen espacio conjunto, sí, pero también para cultivarse igualmente como los individuos que somos, sin la participación de la otra persona... Físicamente aparte del otro: que no le guste la música clásica (fútbol, fotografía, baile u orfebrería) a unx no quiere decir que el otrx deba abandonar los ensayos con la orquesta. Acepten al otro como es - no como quisieran que sea, debiera ser, o tuviera que ser. Seria como intentar enseñar a una jirafa a cantar como un jilguero.

Comunique, comunique, comunique. En primera persona: no es lo mismo decir 'me haces sentir mal' (apretando el botón de culpa en el otro que tan bien funciona) que 'me siento mal porque interpreto que lo que dices es...'. Porque sí: somos seres interpretativos - andamos continuamente tratando de descifrar lo que quería decir cuando dijo eso... como si la omnisciencia estuviera codificado en el genoma humano.

Pero eso sí: amen sin reticencia. No consiste en ser mezquino con el cariño en previsión del dolor que (posiblemente) vendrá.

Consiste en tener la certeza, la completa certeza, de que por muy dolorosa que pueda ser una ruptura, el corazón aguantará, aprenderá, se sobrepondrá y crecerá mas fuerte - y con mayor sabiduría.

Siempre ha sido así.

jueves, 9 de junio de 2011

No-Víctima

En la Segunda Guerra Mundial, un soldado aliado fue enviado al frente en Europa en pleno invierno. Sus condiciones eran penosas: apenas tenía acceso a alimento o ropa adecuada... mientras balas y morteros se rifaban su vida - día, tarde y noche.

Sin embargo, él aguantaba día tras día el envite gracias a los recuerdos de su novia, quien le esperaba atrás en su país, y cuya foto portaba en el bolsillo del uniforme. Cada noche, si podía, miraba esa foto, cubierta de mugre y barro, y soñaba con el día en que regresara de vuelta a sus brazos. Esa mujer era la razón que le mantenía vivo.

Una mañana, llegó el correo: una breve carta de su novia en la que, sin ribetes, le decía que le dejaba, que había hallado el amor en brazos de otro hombre y que, por favor, le devolviera la foto que le dió al soldado antes de partir al frente.

El soldado, herido en el alma, hizo lo que una persona con coraje y dignidad hace: habló con los compañeros de su tropa a quienes también habían abandonado sus novias y les pidió que le dieran todas las fotos que ya no querían guardar de aquellas mujeres.

Consiguió recopilar quince o veinte fotos, las metió en un sobre y en un trozo de papel escribió rápidamente: 'Ahora no recuerdo quien eres. Por favor quédate con la foto en la que aparezcas tú y devuélveme las demás'.
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Solo hay verdugo si hay víctima. Solo es víctima quien cree que lo es.

Es una actitud.

miércoles, 8 de junio de 2011

El fin de la oficina

Hay dos razones por las que las personas deben desplazarse físicamente a una oficina a trabajar cada mañana: 1) que su ordenador está ahí; 2) que su jefe quiere ver que está ahí.

Para lo primero, ya hay soluciones: un smartphone, una conexión rápida a Internet, y zap, su empresa se acaba de ahorrar el coste de alquilar los metros cuadrados que ocupa su escritorio, la electricidad de su ordenador y su impresora, su transporte (tiempo y combustible) y las horas en las que está a otras cosas.

Para lo segundo, hay camino aún: con el número de horas que se trabaja (no, no todas son improductivas) en España por empleado (solo EEUU supera la cifra y eso con muchas menos vacaciones anuales), el país sería la locomotora de la UE. Sin embargo (o quizás por ello), en España aún hay cierta mucha obcecación por el presentismo: el jefe ejerce de controlator - 'que para eso me pagan', pensará él (suele darse más en varones este control en lo laboral). Las nuevas generaciones (y no solo por edad) de líderes lo ven de otro modo: aseguren los recursos que su equipo-colaboradores-colaterales (trabajo en red no jerárquico-vertical) necesita y, por Dios, quítense de enmedio.

El presente y futuro de las relaciones laborales pasan por la eliminación de la restricción física y geográfica: si su despacho está en su móvil y sus datos en la nube (Jobs dixit), entonces las opciones de establecerse como agente libre (no como empleado a una nómina pegado) son ingentes.

Las jornadas laborales decididas por uno mismo no solo serán posibles - sino que serán lo habitual: se acabarán las 40 horas de 9:00 a 18:00 de lunes a viernes.

La monogamia con la empresa se extinguirá.

Simultanear proyectos es lo que otorgará caché al agente libre.

Y este decidirá a quién encomendar sus servicios, pues la demanda por parte de las empresas será feroz.

¿A cambio? Poder calibrar el balance tiempo-dinero del individuo. En sus propios términos.


martes, 7 de junio de 2011

En contacto

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Tiempo

'No tengo tiempo (para emprender)' es lo normal: siempre hay algo que hacer, más urgente, que requiere más premura, inmediata atención.

Cuando se decide cambiar de vida, es necesario un período de tiempo de transición, de habituación: en realidad, sustituimos un conjunto de problemas por otro conjunto de problemas diferentes - que, al principio, coexisten. Hasta que empieza a rendir el negocio, los costes-de-mantenimiento-de-uno-mismo siguen ahí. No conozco a ningún emprendedor que le sobrara el tiempo para hacerlo: simplemente, lo buscó debajo de las piedras - una vez que ya decidió que había que ir hacia adelante.

Sí: sustituimos un grupo de problemas por otros... pero abrazamos unas ventajas que antes no había.

domingo, 5 de junio de 2011

Encontrando una misión

A veces nos obsesionamos con el proverbial 'haz lo que quieras hacer, realmente, en la vida'. Y esto, en efecto, en multitud de ocasiones lleva a la frustración. Frustración porque la vida actual sigue mientras intenta la persona definir una nueva vida deseada. Hay que seguir pagando la hipoteca, el colegio de los niños, la letra, las facturas... Y todo esto último referido a aquellos que se pueden permitir el ganarse la vida para pagar estas cosas.

Hay personas que nacen, no obstante, en un entorno desfavorable. No salen en las primeras filas, precisamente, en la carrera de F1. De hecho, nacen sin siquiera los mínimos básicos con los que competir. Y muchos de estos miran ahí delante, al fondo, a los que pilotan los últimos modelos y desean ser como ellos, superarlos, avanzar en la vida.

Pero mientras, tienen que comer. O pagar deudas. O lidiar con despidos. O con separaciones. O con pérdidas personales. O con el pegajoso cemento fresco que tienen que pisar todos los días para intentar llegar al menos a cubrir un estado de mínimo mantenimiento.

A veces, la Vida te pone delante problemas o circunstancias serios que, en realidad, encierran en su cáscara el germen de ese cambio, de esa transición a esa vida deseada. Hay personas que descubren, a base de un extenuante desbrozo, sus oportunidades a partir de esas circunstancias. Es fácil crear una empresa endeudado o con dinero heredado. Es menos fácil crear una sin recursos, mientras estudia y trabaja, pagando una habitación de alquiler y mientras cuida de alguien cercano.

Quizás la Misión de una persona en la vida deba girar más sobre la circunstancia-actual-no-perfecta, más que en una circunstancia-deseada-óptima -  la cual, muchas veces, busca imitar lo que los pilotos aventajados (aparentan) estar consiguiendo. Sí: a veces lo que semeja ser un (severo) contratiempo oculte el más inesperado de los amaneceres.

Hace un tiempo, adopté una costumbre de desear 'éxito' y no 'suerte' a aquellos con los que me cruzo en el discurrir de cada día. Sobre la segunda, es tan azarosa y volátil que esmerarse en perseguirla es como perseguir a la propia sombra. Sin embargo, la primera es, en suma, lo que una persona consigue hacer con la suerte que le viene dada en ese momento.

Éxito.