martes, 30 de noviembre de 2010

Letting Go (Dejar que Fluya)

Que me disculpen los que no aprecian los anglo-palabros que suelto en ocasiones: a veces una traducción bien hecha hace saltar el valor de lo traducido.

Hace años que dejé atrás toda religión. Pero hay algo en donde creo que ciencia y teología coinciden: la plegaria.

Hablando con una amiga médico, me comentaba lo prodigiosa que era la sanación en determinados pacientes que profesaban alguna creencia. En efecto, la confianza en un Gran Dador genera los componentes químicos en nuestro cerebro que aplacan el dolor y estimulan el sistema inmunológico. Dios, entonces, parece que les sirve - aunque no podamos demostrar su existencia.

Por otro lado, y encarados ante problemáticas particularmente intimidantes hay individuos que 'confían' - así, en abstracto. Si aquello en lo que confían es externo (¿'Externo'?) o no, es secundario. La cuestión es que les funciona.

Mi interpretación se basa en nuestro proceso de aprendizaje: póngase usted a aprender un idioma nuevo que le sea particularmente extraño y tardará años en dejar de razonar, en un plano consciente, si el sujeto va detrás del verbo, del adverbio, o qué demonios es un complemento transitivo. Ahora bien, usted lee estás líneas y es capaz de contárselas a un amigo sin gran esfuerzo: es su subconsciente el que trabaja. Tiene internalizado el idioma - al igual que ir en bicicleta o conducir a su lugar de trabajo sin recordar, cuando llega, cuántos semáforos en rojo se ha encontrado.

La autoconfianza, posiblemente, sea la capacidad de decidir, conscientemente, que el subconsciente tiene los recursos necesarios para salir airoso de cualquier situación.

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PD: otro término empleado para definir esos recursos del subconsciente es mucho más conocido - nada mágico... aunque sí muy sugerente por lo poco que (por ahora) la podemos explicar:

La intuición.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Inspiración

Era una madrugada fría y, la verdad, no tenía yo muchas ganas de viajar. Bueno, lo admito: me debí dejar el saco de endorfinas en la despensa porque no andaba yo del mejor de los humores.

En el taxi, el conductor, colombiano, tenía música Salsa con el volumen bajo... y le pregunté acerca de la música (de pequeño crecí con música latina y, cuando no piso a mi partenaire, hasta podría dar el pego en una bachatita...).

Resultó que el hombre era DJ en aquel país, además de taxista, y me dio una disertación acerca de la música hispana. No fue tanto el contenido de lo que decía (que denotaba un doctorado en el tema) - eran las buenas ondas que emitía el tipo lo que me sirvió de lección en mi, hasta entonces, sustancialmente mejorable madrugada.

Llegamos a destino y, sin decir nada más, sacó el CD del reproductor del coche y... me lo regaló.

"Que tenga un buen día, señor", me dijo.

Lo tuve.

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Algo parecido a lo que siente uno cuando le llega por correo la foto que cuelgo en este post. Traduzco libremente:

Piensa Positivamente.
Haz contactos.
Haz ejercicio diariamente.
Come sano.
Trabaja duro.
Mantente fuerte.
Construye tu fe.
Preocúpate menos.
Lee más.
Sé feliz.
Hazte voluntario.
Relájate.
Ama.
Vive.

y (esta es mía)

Sonríe (aunque sea pronto de madrugada).

Gracias por la imagen - quienquiera que seas.



martes, 23 de noviembre de 2010

Auto-Coach del Coach

Todavía me fascina (y entretiene) la (muy) extendida creencia de que estudiar para ser coach es suficiente para serlo.

Por no decir que es suficiente para ser un buen coach.

Como si todos los tipos que estudian leyes se convirtieran en magníficos letrados o jueces, todos los que estudian medicina en eminentes cirujanos, o todo el que se saca el carnet de conducir pudiera ganar sin más el Paris-Dakkar.

No: esto es un camino vital - no un test de matemáticas donde, si sabes, apruebas.

El aprendizaje es permanente, pero no continuo: más bien a trompicones - a veces grandes pasos, a veces estancamientos. Aunque el coach no esté con clientes, debe seguir formándose y, sobre todo, trascender(se). Abrir camino en un paraje donde lo único que hay es arena: ni una señal, ni una indicación. De vez en cuando un nómada, de paso, comparte una experiencia, enseñanza, vivencia. Pero luego debe volver a retomar el (muchas veces sin señalizar) camino solitario. Si no, de veras, el coachee - su cliente - no verá valor alguno en hacer un proceso con alguien sin el suficiente anhelo por su propia expansión.

sábado, 20 de noviembre de 2010

La Educación del Futuro... ya está(ba) aquí

Hablábamos hace unos días de la importancia de cambiar determinados paradigmas, sobre todo asociados a la educación.

Además del sistema pedagógico Waldorf, estuve viendo una escuela en Holanda, Wittering (aquí el enlace), que, desde luego, no deja indiferente.

Algunas cápsulas que resumen la idiosincrasia de esta escuela:
  • No hay asignaturas; se trabaja cada año con ocho conceptos complejos (por ejemplo, la energía, el poder, el crecimiento... en todas sus vertientes y enfoques: científico, social, económico, político, artístico...) en clases conjuntas que comprenden edades entre los 4 y los 12 años.
  • Los niños deciden (!) cada día lo que van a hacer, lo planifican, y se hacen responsables de que eso se lleve a cabo. El profesor actúa solo de catalizador del proceso de aprendizaje diario - orienta, pero no coarta o dinamita la expresión natural del aprendizaje del chaval. (Si desde pequeñitos nos inculcan el hacernos responsables, ¿qué excusa nos queda como adultos para echar la culpa a otros de lo que nos acontece: la crisis, mi pareja, mi jefe, mi compañero, el charcutero... ¿Se imaginan cuántos problemas se evitarían si cada uno fuera responsable de qué hacer con su tiempo (libre) en lugar de 'sentirse solo' o angustiarse porque no queda más remedio que 'estar con uno mismo', una de las tentaciones principales para iniciar hábitos tóxicos... o una depresión?)
  • Naturalmente, hay un núcleo duro de aprendizaje: lectura, escritura, cálculo... que el profesor asegura que se cubra... pero aprovechando el fluir de la clase - la cual trabaja, sin supervisión alguna, interactuando y cooperando entre ellos.
  • Busca desarrollar los talentos naturales (genéticos) de cada alumno... en lugar de forzar a aprender cosas que, simplemente, no vienen de fábrica... o, por el contrario, tapando o infradesarrollando las habilidades innatas del chaval. Ya conocen el dicho de Recursos Humanos: 'es más fácil contratar a una ardilla que enseñar a un pollo a subir árboles'.
  • Los educadores no son solo profesores, son pedagogos especialistas en ciencias, artes, tecnología... y van rotando en su propio desarrollo y aprendizaje.
  • Tienen una regla muy estricta: cuando un niño está en flow (fluyendo con su experiencia, aprendizaje, cuando se ve que está completamente enchufado e inmerso en su aprendizaje) no se le interrumpe... ¡nunca!: es uno de los indicadores más fidedignos (el gesto en la cara de enfoque que tiene el chaval), que sus enlaces neuronales (o sea, aprendizajes) están, en ese instante, a plena máquina. Quitémosnos de enmedio, no molestemos.
  • Esto les va a encantar: no hay examenes. No tienen notas, sino certificados de progreso en relación a lo que el propio chaval (¿acaso no somos todos únicos e irrepetibles?) es capaz de alcanzar, no con respecto al resto de la clase o un rasero estándar. Y como intuyen, sí, en efecto, también tienen discapacitados en la misma aula. Que crezcan , pues, todos.
  • Al concluir la jornada, cada uno completa unas carpetas que resumen el progreso del día, la cual es verificada por las tres partes implicadas: alumnos, profesores y... ¿sorpresa?, los padres. Nada de Asociación de Padres por un lado, y la de Profesores por otro. Esto es cosa que atañe a todos. Se toman en serio esto de no te acostarás cada noche sin saber algo más... cooperativamente.
  • Comen cuando tienen hambre, descansan cuando están cansados, juegan cuando lo necesitan, dentro de unas reglas de convivencia.
  • Se lo pasan bien... aprendiendo. ¿O es al revés? Como anécdota: increíble - había una niña de seis años (repito, seis) preparando, sin ayuda, una presentación en PowerPoint (incluyendo sus visitas a Google) acerca de botánica para el trabajo de día.
  • Y eso respetando (atención, ilustre gobierno de este país, ocupado en censurar juegos 'sexistas') la diferencia (sí: diferencia) entre chicos y chicas: se han dado cuenta que, en general, uno/as son más hábiles en ciertas destrezas que lo/as otro/as... potenciémoslas, entonces, concluyen. De cajón. ¿Por qué insistimos, pues, en que todos hagan siempre lo mismo como si fueran de serie?
  • ¿Que si se quedan atrás en sus estudios los chicos? Para nada. El Gobierno Holandés define claramente el qué tienen que saber los alumnos y cuándo. El colegio es libre para decidir el cómo - y es lo que hacen. Esto es sacar la educación de la cadena de montaje en la que está fosilizada.
  • La premisa es clara: ¿cómo podemos educar a nuestros niños hoy para dentro de quince años si las metodologías que existen tradicionalmente son de hace 50 años... y ni siquiera sabemos cómo será el mundo la semana que viene? Respuesta: desarrolle usted las competencias del chaval. Haga del niño una persona automotivada, autorresponsable, consecuente con sus decisiones, resiliente, constante, con autoestima, cooperativo, empático... O sea, dele las herramientas para que sea, sí: Feliz. Con el tiempo, el resto de conceptos repetitivos que enseñan en la escuela (¿alguien me lo quiere rebatir?), se olvidan.
  • Estos tipos empezaron hace cuatro años con catorce alumnos... hoy tienen 240... y tienen lista de espera para los próximos cinco años.

¿Que cuánto cuesta esto? Adivinenlo.

¿600€ al mes? ¿1.000€, quizás?

Pues no.

Exactamente, cero euros: todo esto está financiado con el mismo monto de fondos públicos del gobierno que si fuera una escuela 'clásica' (¿clásica = anacrónica?).

Mismo dinero, diferente modo de emplearlo.

Invirtiendo en personas únicas y con la simiente de la autorrealización.

No clones.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Compasión vs. Lástima

En coaching hay una habilidad que considero clave para ser un buen coach - una traza de personalidad de este sin la cual, por mucho título y certificación, no es posible catalizar el esfuerzo de su coachee/cliente.

Toda vida humana, toda, ha sufrido una suerte de invalidaciones en su infancia por parte de sus proveedores de cuidados (padres, tutores), como subproducto de ese propio proceso de educación.

Si el pequeño decide meter los dedos en el enchufe, naturalmente que sus padres prevendrán que esto ocurra - salvando al niño de una muy desagradable experiencia en el mejor de los casos. Lo que sucede, adicionalmente, es que el mensaje que se le traslada es: "experimentar es malo (porque no me dejan hacerlo)" y "tú solo no te bastas para moverte por el mundo" (lo cual, curiosamente, también es una agresión al chaval - por omisión, al no-fomentar su independencia).

Muchos adultos nunca se recuperan de estos maltratos que quedan impresos en el subconsciente - aunque, conscientemente, hayan tenido una infancia que pudieran calificar como 'feliz'.

Y arrastran sus faltas de autoestima, autopercepción o autoconfianza en sus quehaceres laborales, profesionales, personales o financieros... buscando trabajos, relaciones, hábitos, que vengan a complementar lo que, sin saberlo, extrañan.

Creo que un buen coach debe observar al niño que hay delante, su coachee - y respetarlo y verlo con compasión: como ser humano que es, duro y frágil, fuerte y maleable, plástico y resistente.

No: no es lástima. La lástima victimiza a la persona - a ambas, de hecho, coach y coachee. La lástima debilita y ofrece una nueva excusa para abrazar el pobre de mí que tanto rédito puede otorgar a la 'víctima profesional'.

Justo lo contrario de lo que se persigue en un proceso de coaching: liberar, 'empoderar', asumir responsabilidad. Actuar. Conseguir. Y celebrar.


martes, 16 de noviembre de 2010

Mal-Coaching

Hace un tiempo conocí a un tipo que quería hacer coaching. Me preguntó qué era, para qué servía, cómo funcionaba.

Tras una buena media hora, me admitió que esta era una técnica que le venía muy bien para atraer clientes (repito: no 'atraer clientes para hacer coaching', sino 'usar (técnicas de) coaching para hacer clientes' - que no es lo mismo).

Fue cuando me di cuenta de la inmensa responsabilidad que implica conocer algunos mecanismos de la mente humana - y desvelarlos alegremente.

De veras que no pude evitar acordarme de la película 'La Guerra de las Galaxias'... - El coaching (como la mítica Fuerza de la doble trilogía, o un vulgar martillo) se puede emplear para generar más éxito para otros... o para explotarlo en beneficio (en el sentido de 'manipulación destructiva') de un coach (?) con pocos escrúpulos.

Prefiero pensar que, tras comenzar a formarse (porque nunca se termina una vez que se empieza), hallara y apreciara el valor del apoyo al otro...

Delicado asunto, ciertamente.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Confiando

Es dramático - el número de personas que subestiman sus capacidades de desempeñar determinada labor o resolver cierto conflicto es inquietantemente elevado.

Muchos se escudan en que (aún) es necesario formarse (solo un curso más), adquirir experiencia (quizás unos meses más) o conocer a alguien (más) en particular. Y mientras, pasa el tiempo y, con él, oportunidades de germinar ideas poderosas.

Puede sonar paradójico, pero estas buenas intenciones (más formación, más experiencia, más contactos) en muchos casos son perfectas-razones-para-no-actuar. Es moralmente intachable, socialmente halagable el inflamar más el CV en la medida de lo posible. Pero, de nuevo, Pareto se aplica: emplear el 20% de recursos para obtener el 80% de resultados es más efectivo que invertir un 45% adicional de esfuerzo (tiempo, energía), en obtener un 81%-82% de retorno: un incremento marginal que, energéticamente (energía personal, quiero decir) hablando, es un gasto superfluo.

A veces es necesario confiar en que, sí, si puede salir bien... saldrá bien.

PD: la foto es de una camiseta que vi en un viaje a EEUU. El texto dice 'CONFIANZA es el sentimiento que tienes antes de comprender completamente la situación'

martes, 9 de noviembre de 2010

Cambiar los Paradigmas

La educación está perfectamente diseñada... para un mundo que ya no existe. No, quizás tantos chavales que no terminan sus estudios, sobre todo en España, no sean tan 'incapaces' como el sistema pretende hacernos creer.

Nuestra educación se quedó en la Revolución Industrial... y la sociedad y la economía actuales requieren cambios radicales de paradigmas.

Sir Ken Robinson (especialista en educación... del 'lado derecho' del cerebro) nos lo presenta en algo más de diez minutos. (Inglés, con subtítulos en castellano).

Gracias a Gema por el video.


lunes, 8 de noviembre de 2010

Reseña en el Portal del Coaching


Reseña de 'Coaching para Emprender' en el Portal del Coaching.

Más info, y acerca del portal, aquí.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Juegos de Niños ¿Sexistas?

Hace tiempo que la desilusión que me produce la clase política me acabó convenciendo de lo estéril de dedicarle más de 0,2 segundos a pensar o debatir acerca de sus actuaciones y decisiones... aunque nos acaben influyendo sus bandazos.

Hoy haré una excepción.

Había una vez un gran país regido por un pequeño gobierno que, desbordado por la incompetencia que les ahogaba en la resolución de la mayor crisis económica de su Historia, decidieron comenzar a legislar acerca de cualquier cosa con la condición, únicamente, de ser capaces de pronunciarla sin lenguarse la traba. Se me entiende.

Ahora van y regulan los tipos de juegos que tus hijO/As y los míos practican en el colegio y en el recreo. Verbigracia: si tu hijO juega a los indiOs y vaquerOs con sus amigOs, entonces el/la profesor/a que esté en el patio vigilando (ahora nunca mejor dicho) debe interrumpir el juego por estar considerado como 'sexista'. Supongo que para integrar un 50% de partenaires femeninos para defender/atacar el fuerte Comansi. Y cuidado si a tu hijA le da por jugar a las muñecAs solo con sus amigAs en el patio. Su profesor/a, de nuevo, tras años de formación y experiencia pedagógica y educativa deberá, por orden gubernamental, vetar/interferir/coartar ese juego. No vaya a ser que la pobre pequeña salga traumada o quiera ser madre de mayor.

Si fuera profesor, creo que pediría el traslado a otro país donde sus cabezas pensantes desplegaran un CI con un suelo mínimo de 80. Menos mal que muchos ya han expresado abiertamente su desobediencia civil.

No, no es c*ña. Tantos años de estudios y evolución científica, tantos avances en neurociencia, psiquiatría, psicología, pedagogía, magisterio... errados, equivocados. Qué perdida de tiempo, oigan. Tsch, científicos chalados, estos.

Me pregunto cuántos de estos asalariados del gobierno saben que el juego es crítico para el desarrollo del niño/a (y de -casi- todos los homínidos y mamíferos, a ver si estos se creen que somos anémonas). Que su identidad sexual adulta (sea la que sea) se desarrolla jugando (igualmente) desde infantes (y también como adultos, aunque la sociedad no necesariamente comulgue con ello). Que todo juego muestra al individuo nuevas interacciones sociales y posibilidades de desarrollo cognitivo o novedosas conexiones neuronales en ambos hemisferios. O sea, 'aprender'.

Estos mismos lelos que nos gobiernan, obviamente, jugaron de pequeños a juegos muy sexistas, porque si no uno no puede encontrar razón a tanta idiocia. O sí.

Pero uno, que no quiere debatir, propone la asunción de la medida. Esto es, ya solo falta el catálogo de juegos sexistas bendecido por nuestros magnos dirigentes.

Empiezo con una propuesta: quitar el salto a la comba, que a mí de pequeño me obligaban en la asignatura de Gimnasia y no conseguía hilar más de tres saltos seguidos.

Si ya sabía yo que era sexista, válgame. Maldita comba. Nunca más un/a pequeño/a deberá examinarse de esta tortura.