jueves, 7 de julio de 2011

Dicotomía

Hablando hace unos días con una persona que estudia coaching, contaba que una de las personas con las que practicaba estaba paralizada en una dicotomía ante una decisión vital: aquel tipo de disyuntiva en la que un o un no ya no tiene vuelta atrás. En un proceso de coaching si la opción a) y la b) no son óptimas, entonces créese la c), la d) o las que hagan falta.

Por otro lado, cuando se quita energía de una parálisis por análisis (que es cuando freímos el cerebro a base de darle vueltas a las cosas), es frecuente constatar que las decisiones a) ó b) al final acaban cayendo por su propio peso. La fruta está madura en su tiempo, por mucho más sol, agua o fertilizante que añadamos al árbol. Eso sí, mientras madura, el agricultor sigue cuidando del resto de sus frutales.

Paradójicamente, el libre albedrío puede convertirse en un caramelo envenenado: demasiadas opciones ante las que decidir, la ausencia de límites frente a los que tomar un camino, también absorbe, como un agujero negro en el espacio, toda energía en el proceso.

Idóneamente, la mente procesa bien un número limitado de opciones. Para los retos gigantescos, por ello, es tan relevante comenzar en pequeño...

... pero pensando a lo grande.

No hay comentarios:

Publicar un comentario