Cuando trabajaba por cuenta ajena (hace un tiempo que soy mi propio jefe para hacer lo que me gusta) me daba cuenta lo rematadamente pobres que son los CV que los candidatos enviaban. Independientemente de su experiencia o formación.
Personalmente, creo que el trabajo por cuenta ajena condena a la extinción del trabajador en el medio plazo, ya que cuando la empresa considera que esa persona ya no puede rendir como debiera (o porque se ha vuelto demasiado caro/mayor/contestatario/'problemático'/competente, etc.) entonces el individuo se ve forzado a a) hacerse autónomo, o b) montarse una empresa. En cualquier caso: por necesidad, no por decisión.
Todo este blog, y el libro que lo presenta, busca aportar soluciones para que cada persona pueda hallar SU camino a una mayor independencia que, a fin de cuentas, quiere decir un mayor dinero para comprar su tiempo de vuelta.
Una de las muchas maneras de conseguir esa meta es 'mientras' se trabaja para otro (el trabajo por cuenta ajena se convierte en medio, no en fin en sí mismo). Y una buena presentación, y así son las cosas, puede determinar que una persona consiga un buen puesto de trabajo y un mejor salario en una entrevista.
Uno de mis clientes, p. ej., consiguió, simplemente dándole la vuelta al CV (junto a la entrevista y negociación de condiciones, de las que hablaremos en próximos posts), conseguir un trabajo que le permitió pasar de tener un salario de 30.000€ a algo menos de 90.000€.
Hay multitud de libros y recursos acerca de cómo hacer un buen CV, sin duda con buenos consejos; pero en algunos casos, con mejores intenciones que conocimiento en el terreno.
En mi experiencia, realmente hacen falta dos cosas + 1:
- CONTENIDO: Centrarse en exponer resultados conseguidos para las empresas en las que trabajaban, con verbos de acción. Nada de 'gestionar', 'fui responsable de', 'contribuir', 'participé', 'elaboré' y demás verbos literarios. Hablamos de 'incrementé las ventas en un 14%', 'reduje ineficiencias por valor de 127.000€ en 15 meses', 'aumenté la base de clientes en un 37% durante el primer trimestre sin incrementar el presupuesto'. Eso, y no otra cosa, es lo que distingue un buen CV que, además, persigue facilitarle la vida al tipo del departamento de RRHH correspondiente que lo está revisando (quienes, por lo general, trabajan demasiado, con demasiada poca gente y tiempo, y tienen que acertar en su selección del candidato adecuado).
- CONTINENTE: Que lo anterior, simplemente se vea. Nada de 3 págs. de CV. Una y ya. Eso sí: con negritas, cursivas, subrayados. En la misma línea que lo anterior, nuestro tipo de RRHH va a revisar el CV de cada uno de los cientos que tendrá en su email/pila encima de la mesa en apenas 6-7 segundos (si es que no lo hace un robot informático automatizado). Así que más vale ponérselo fácil.
- CARTA DE PRESENTACIÓN: Cuando doy cursos de búsqueda de empleo, siempre me dicen lo mismo: 'nadie se la lee'. Tal vez (como hay millones de CVs revisados en este país cada día, es difícil saber lo que hacen todos). Pero muestra una cortesía que, precisamente, muy poca gente tiene para con la persona que está entregando parte de su tiempo a leer el CV. No está de más un 'así es cómo usted ya no va a tener que buscar más: yo soy la persona que necesitan'. Y el más que infrecuente 'gracias'. ¿O acaso el tipo de RRHH no tiene su corazoncito?
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