La independencia de un ser humano se inicia cuando comienza a querer 'escindirse' de las personas que lo cuidan y empieza a manifestar una pulsión por llevar su propia vida.
Esto suele comenzar tan pronto como los dos años de vida y se radicaliza a partir de la adolescencia.
Las personas que trascienden esa independencia llegan a la interdependencia, esencial para nuestra supervivencia cooperativa como humanos.
Por el contrario, hay personas que 'se quedan varadas' en la independencia o la dependencia: los primeros acaban por ser 'lobos solitarios' (y/o ultracompetitivos), y los segundos suelen acabar jugando roles de (auto)victimización, buscando que otros resuelvan sus problemas o buscando '(auto)culpables' (que no 'responsables').
Para los primeros, se inventó la economía neoliberal.
Para los segundos, los credos dogmáticos.
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