lunes, 4 de junio de 2007

DEaM en la Feria del Libro (II)


Gracias a los que vinisteis a la Feria del Libro el sábado pasado; fue realmente una experiencia muy agradable haber conocido y conversado con gentes de todos los rincones: España, Argentina, México, República Dominicana, Estados Unidos… Con personas como Federico, Rafael, Tomás, Lina, José Luis, Francisco, Liliana, Javier, Mónica, Óscar, Paola, Alberto, Luis…

... y Alicia, una futura lectora de ¡6 años! a quien su padre quiere ofrecerle mayor información para que cuando llegue el momento decida cómo generar su propia prosperidad más allá de lo que le inculquen en la escuela.

La foto es de aquel día… Como se podrá apreciar: ni rastro de Photoshop...

Es posible que volvamos otro día antes del domingo, último día de la Feria. Si es así, lo contaremos más adelante.

3 comentarios:

  1. Una pregunta: Veo que las ideas que aquí defiendes en cuanto al dinero son muy parecidas a las de Kiyosaki, ¿Que me aportaría la lectura de tu libro que ya no haya aprendido con la serie RichDad?

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  2. Leí RichDad también, y no tengo mejor consejo, que si te dá curiosidad dés una vuelta por una librería y lo hojees un poco.
    Es lo que hice y no me arrepiento para nada :P .

    Un saludo!

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  3. Hola Antonio y Federico, gracias por vuestros posts. El otro día en la Feria del Libro un lector me dijo que tras haberse leído unos cuantos libros de Kiyosaki (yo había leído hace un tiempo el de Padre Rico Padre Pobre, pero me enteré allí que ese libro traía secuelas, segundas, terceras partes, etc.), el mío fue el que más le gustó. Naturalmente, es una opinión y, como tal, personal. Mi experiencia con ese libro fue:’muy bonito e inspirador’, sí, pero no descubre mucho que no se haya venido haciendo y diciendo desde que hay ricos en la sociedad. O sea: desde siempre. Si te sirve como anécdota, hay una historia que contaba mi abuelo, quien hizo su fortuna creando y vendiendo una fábrica de zapatos (él tuvo que caminar descalzo durante su niñez por falta de medios) en la que un feligrés se acercaba a su párroco para preguntarle:

    ‘Padre, quiero ser rico. ¿Qué he de hacer?’, a lo que el sacerdote respondió:

    ‘Construye, hijo, construye’.

    Como ves: nada nuevo bajo el sol.

    No recuerdo mucho ya de su lectura, pero por ejemplo los conceptos ‘activo’ e ‘ingresos pasivos’ (o similares), son de uso corriente en cualquier asesoría financiera (particularmente en banca privada). La diferencia está en el interés (o no) de compartir y ‘democratizar’ el éxito (y no solo el financiero), como personalmente, ciertamente, pretendo. Además, metiéndome en la web de Kiyosali vi que tenía montada, prácticamente, una industria al respecto: seminarios, videos, etc., lo cual veo absolutamente lícito si aporta valor al cliente. Pero, también, buscando en Google encontré páginas particular y demoledoramente críticas con este autor. De nuevo, y como en todo: nadie tiene nunca toda la verdad. Y, como ya dije en otras ocasiones, personalmente no creo en ‘mesías’, ya que cada uno ha de encontrar su(s) propio(s) camino(s).

    En este sentido, por tanto, no puedo ‘comparar’ por falta de información, pero intentaré responder a tu pregunta con lo que creo que aporta el libro que escribí.

    ‘De Empleado a Millonario’ recoge las conclusiones de más de 12 años trabajando para otro… y lo que hice para dejar de hacerlo. En el libro comparto lo que he visto como especialista en consultoría y RRHH (profesionalmente; por tanto entre otras cosas entrevistando, formando y desarrollando a cientos de personas en un buen montón de empresas; muchos de aquellos con aspiraciones, ambiciones y problemáticas comunes) y como inversor (fuera del trabajo ‘oficial’ a costa de mis horas fuera de un despacho) y que creo puede ayudar a muchas personas a asumir mayor responsabilidad por su propia vida en lugar de depender de empresas que, en muchísimas ocasiones tienen como fin, simplemente, la auto-protección (esto es, la subsistencia de sus propios dirigentes).

    A mí me ayudaron. Y, por tanto, yo quiero ayudar de vuelta a quien no tiene esa oportunidad.

    No es un libro de milagros. No es un libro en el que enuncie todas las verdades absolutas. No es un libro del tipo pseudo-espiritualista por el que todas las cosas vienen solas con que estés suficientemente motivado. No.

    No descubro la redondez de la rueda. Pero sí busco mostrársela a quien lleva años convencido de que las ruedas de su coche deben seguir siendo cuadradas... aunque no lo sepa siquiera. Hablo de personas reales, además, que han conseguido o están consiguiendo sus propios éxitos, comoquiera que ellos lo concibieran. Gente famosa y no tanto; y gente que me es muy cercana, clientes, amigos, colegas… por ello escribo de cosas que no son una bonita fábula de quesos o pescados. Son gente corriente, sí, pero con unas ganas de vivir una vida más allá de las servidumbres a un jefe, un horario, un trabajo no motivador.

    En el post anterior comento por qué escribí el libro (un lector me preguntó esto en la Feria). Hablo de lo que a mí, y a esas personas, nos ha funcionado para vivir mejor. Incluso con un plan de inversión concreto que a nosotros nos funciona (con otras cifras, claro está). Y me decidí a compartir todo ello porque es la manera más rápida de aportar algo diferente al mayor número posible de personas.

    Me temo Antonio que es una respuesta sesgada. Lo sé. Solo se me ocurre que, si quieres, puedes descargarte el índice y la intro en la web del libro o acercarte a tu tienda preferida de libros para echarle un vistazo largo antes de decidir incluirlo en parte de tu biblioteca – o no.

    En esta temática, los ‘libros de cocina’, en los que se detallan paso a paso lo que alguien debe hacer para preparar un ‘pastel’… no tienen sentido. Por eso, de alguna manera busco mostrar puertas con este libro: para que el lector, si quiere, las abra. O no.

    Como en todo, solamente tú puedes valorar qué puede aportarte este libro en, y para, tus propias circunstancias.

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