jueves, 10 de enero de 2013

Jefecillos

Si para tu empresa buscas a un jefe, es que:
  1. Tu empresa es *demasiado* grande y por tanto, lo sabes, ingobernable. Divídela en partes más pequeñas.
  2. Tus empleados necesitan que les digan lo que deben hacer o que les supervisen para que no mal-usen tus recursos. O los despides -- o montas un kindergarten.
  3. Ese jefe se excitará más por mandar sobre otros que por liderar tu proyecto. Enséñale la puerta y regálale un perro. De los obedientes. Así estará entretenido -- y lejos de causarte un estropicio.
Liderar sin mandar: ese es el arte.

Al primero le siguen. Al segundo le temen.

Puedes obligar a alguien a la mesa o a la cama: pero no puedes obligarles a que tengan hambre o te amen.

Crea sistemas para que tu empresa pueda seguir creciendo -- sin que tengas que estar.

El reto es este: tener dinero *y* tiempo -- para hacer con ambos lo que te venga en gana.

A tener uno u otro ya venimos aprendidos de la escuela.

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