jueves, 29 de septiembre de 2011

Tiempo Libre

Lo que distingue a una persona muy ocupada de otra persona, em, muy ocupada (¿acaso no lo estamos todos?) es lo que hace en su tiempo libre.

Claro que hay que socializar, claro que hay que salir, claro que hay que hacer la compra, claro que hay que ver esa serie de TV que tanto engancha, claro que hay que pasar horas en Internet viendo qué hace la gente, claro que...

Porque éstas son, precisamente, las cosas que optamos por hacer en nuestro tiempo libre -- o en el tiempo en que deberíamos estar haciendo algo más importante... pero, la verdad, que no nos apetece hacer.

Siempre, siempre, nos las ingeniamos para encontrar el tiempo para hacer lo que realmente queremos hacer. Perderlo, por ejemplo.

No es que no tenga tiempo para comenzar a trastear escribiendo códigos para crear mi web donde vender mis pinturas. Es que me da pereza.

No es que no tenga tiempo para mejorar los diseños de mis prendas para presentárselos a posible compradores. Es que me fatigo en mantenerme ocupado. (O sea, distraído).

No es que me falten horas para ir al gimnasio. Es que en invierno hace frío fuera y se está mejor en casita.

No es que no me dé el tiempo para comenzar a cambiar de carrera, de rumbo, de ciudad, de amigos. Es que me canso solo de pensarlo.

Miren a su alrededor - vean lo que hacen aquellos que consiguen cosas.

Fíjense como sacan tiempo de debajo de las piedras.

Sí: aunque les dé tanta pereza como a cualquiera.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Tenerlo claro

En uno de los últimos episodios volcánicos islandeses, dos (entre cientos) de viajeros se quedaron tirados en el aeropuerto de Bruselas.

Los dos tenían que regresar, urgentemente, a Madrid.

El uno se obsesionó con el 'estoy en un aeropuerto y tengo que coger un avión a Madrid'.

El segundo abrió la pregunta: 'Objetivo: llegar a Madrid. ¿Cómo?'

El primero se pasó horas, días, pendulando entre el aeropuerto y el hotel, furioso, demandando a la aerolínea (a falta de dirección postal del "volcán de los c*j*n*s") y jugándosela ante la policía aeroportuaria en cada pelea con el personal de tierra.

El otro cambió su vuelo para ir a Zurich. Se auto-presentó en vuelo a otros tres pasajeros con destino España (que entre sí tampoco se conocían). Decidieron alquilar un coche en Suiza y conducir, turnándose, hasta la Península, llegando 36 horas después a casa (escalas en Barcelona, Zaragoza y Madrid, donde vivían).

El primero debe aún andar con los abogados. A fin de cuentas, tenía, y sigue teniendo, toooda la razón. Claro que sí, hombre.

Pero el segundo (más otras tres personas), en fin... consiguieron lo que querían.

Diferentes objetivos (tomar un avión sí-o-sí vs. ¿cómo llegar a Madrid?).

Cuántas veces dos personas que trabajan juntas creen que persiguen los mismos objetivos.

Coaching en Madrid

Si eres directivo o ejecutivo de RRHH, el viernes 21 de octubre estaremos varios coaches en Madrid dando una pequeña charla y sesiones de speed coaching a los directivos (¡de tu empresa también, si nos avisas!). 

Si no eres del área de RRHH, pásale esta información y convéncele para que te envíe: los que lo prueban suelen repetir :-)

Lo organiza una de las mejor posicionadas multinacionales británicas en la materia. Si quieres más info, escríbeme aquí y os pongo en contacto.

Sí, gratis.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Conformar con la autoridad

Nos pasamos gran parte de la vida obedeciendo. Padres, tutores, profesores, jefes, supervisores, gobiernos, pastores espirituales, religiones, parejas, tendencias...

De hecho, obedecemos tantas órdenes que ni nos damos cuenta que lo hacemos. Se ha convertido en un hábito.

Y este es uno de los peligros de un coach: que su cliente le confiera la autoridad como para que aquel pase a ser una suerte de oráculo.

Para el coach que tiene una base temperamental de liderazgo y/o autoridad: precaución. Puede dinamitar, inadvertidamente, el fluir del proceso de aprendizaje del coachee/cliente.

Para este último: cuestionen, sean incisivos, expriman a su coach, hasta que usted se lleve lo que necesite aprender en ese momento.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Responsabilidad

Una de las bondades y ventajas de compartir su proyecto con equipo y clientes es que automáticamente se genera a sí mismo la responsabilidad de asegurarse de que responde ante ellos según lo que ellos esperan de usted. Responde acerca de lo que prometió a otros que realizaría. Garantiza, negro sobre blanco, que cumplirá su palabra.

En otras palabras, pone lo más importante que tiene sobre la mesa: su reputación está en juego.

Quedarse los proyectos como secretos, para uno mismo, en ocasiones funciona para no diluir la propia energía explicando (¿justificando(se)?) a los c*gafiestas profesionales que cuestionan sus nuevas ideas (se les reconoce por el generoso empleo del 'no' para todo lo innovador o creativo o que cuestiona el modo en que hacemos las cosas por aquí).

Pero que esto no se convierta en la excusa para estancarse o para no-hacer-nada, al evitar el que nadie externo nos 'supervise' en nuestro propio compromiso.

Si no tiene quien le supervise mientras emprende, y lo necesita para impulsarse, entonces créese un supervisor que valide su progreso.

Y cumpla más de lo que promete.

Lo demás es mediocridad.

Y ya hay demasiado de eso.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Charla sobre Coaching

En la presentación que dimos en la Escuela de Negocios Training Consulting.

Si les gustan, ¡compartan!

Coaching y hábitos efectivos :: cuando estos dejan de serlo :: ¿siempre tenemos 'razón'? :: atención consciente o automatización :: cuestionar lo que (creemos) funciona :: asumir la responsabilidad como libertad :: mecanismos de pensamiento efectivo.


 
Qué es Coaching :: para qué sirve :: responsabilidad y decisiones :: problemas del sistema educativo :: cuestionar la autoridad :: liderar la propia vida :: emprender :: los 4 tipos de cambio en el individuo.



Emociones limitantes :: relación Coach-Coachee :: para qué sirve el Coaching :: Transiciones :: 4 Áreas de trabajo con emprendedores :: Equilibro de los 3 Éxitos :: dirigiéndote a tu sueño.


martes, 13 de septiembre de 2011

Vuelta atrás

Es llamativo el proceso por el que a veces nos obcecamos en decisiones 'todo o nada'.

Tememos el error de equivocarnos: si tomo el camino a) y (si es mi percepción que) me equivoco, ya no podré tomar el camino b).

Y en efecto, es así, pues ese cruce de caminos se encuentra en ese momento en ese tiempo... por tanto dejándolo atrás en el mismo momento de tomar una decisión - toda decisión activa incluye la elección pasiva de abandonar las otras vías. Madrugo para ir a trabajar porque cada amanecer decido no ser mi propio jefe. Decido no ser mi jefe porque madrugo para sudarme mi dosis mensual de nómina.

Sin embargo, es la confianza en nuestra capacidad de generar nuevos cruces de caminos en el futuro cuando sea necesario o nuevas disyuntivas para escoger, lo que nos guía por terreno inexplorado.

Sí: hablo de fe. Si creen en algo externo, llámenlo divinidad, universo, vida, como deseen y conciban. Si confía en sus propias opciones, hablo de autoconcepto, autoconfianza, autoestima.

Qué más da cómo lo enuncien. La cosa es que les funcione.

No lo duden: tengan la certeza de que cuando el río aparezca, podrán construir el puente que necesiten.

Mientras tanto, dejen de preocuparse.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Superación

En mi escuela había un excepcional equipo de baloncesto.

Una tarde de marzo después de clase se acercó un novato a hacerse pruebas para entrar a jugar en el grupo para la siguiente temporada.

Todo el equipo se rió de él ante su torpeza y patente incapacidad de siquiera botar adecuadamente el balón.

El tipo, con la cabeza baja, dejó el vestuario en silencio - aparentemente humillado. Sus ojos, sin embargo, decían otra cosa.

En la soledad de quien ve picado su orgullo, el tipo se machacó a entrenarse solo. Jugaba contra oponentes imaginarios - y, sobre todo, contra sí mismo.

Invirtió docenas de horas en mejorar su tiro con cada mano - hasta que se hizo ambidextro. Algo demoledor para cualquier defensa.

Seis meses más tarde se volvió a presentar al equipo... y desde entonces fue titular indiscutible, sentando en el banquillo a algunos de los que se rieron de él. Sin rencor. Con elegancia.

Su talento no venía de fábrica. Más bien se lo fabricó él.

Y no solo eso.

Perdiendo a su padre muy joven y en una ciudad nueva para ellos, consiguió becas, trabajó y estudió para ayudar a su familia y a sus hermanos pequeños, consiguiendo que llegaran a la universidad cuando las cosas vinieron torcidas.

Ni una mueca de disgusto. Ni una queja.

Consiguió él mismo sacar adelante sus estudios de postgrado en una prestigiosa escuela de negocios, pagado con sus ahorros.

Se convirtió en profesor para esa misma escuela mientras iba promocionando en su trabajo.

Hoy dirige en Europa una de las empresas más grandes del mundo.

El mismo tipo. El mismo chavalín que no sabía ni meter una pelota de basket por el aro.

Su línea de salida no se hallaba ahí delante. No disponía de un Ferrari, ni de un gran presupuesto, ni de un mecenas.

Así que se convirtió en su Ferrari, su presupuesto, su mecenas.

Enhorabuena, viejo.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

¿Dirección contraria?

Los niños, apenas comienzan a caminar, emplean unas pocas horas en empezar a correr. Pero sus padres les advierten, de primeras: 'no corras, que te caes'. O sea, 'no hagas lo que es natural, porque te vas a hacer daño experimentando y tanto el dolor como la experimentación deben evitarse'. Y así día, tras día, tras día. Hasta que una mañana, de adolescentes, dejan de correr. Lo conseguimos.

Por eso, de adultos, nos apelmazamos tanto ante el cambio... qué pereza mover-se.

Nuestros primeros anteprimos Sapiens hace 200.000 años vivían en tribus, cazadores-recolectores ellos, esto es, que iban en grupo donde estaba la comida, el agua y el buen clima. Unos días de acampada y, hop, nos movemos, chicos. Todo era compartido - y no por altruismo, porque lo mandaba un Auditor Universal  o creencia en el karma, sino porque era la manera de subsistir más efectiva y eficiente. Y cuando era todo, era todo: comida, cuidado de los hijos, limpieza, curación, relaciones íntimas no-exclusivas. El concepto de posesión se veía con recelo (pues podía hacer peligrar a toda la tribu. ¿Implicaciones?: adiós miedo a la escasez, adiós celos, adiós envidia, adiós resentimiento, adiós violencia por recursos escasos, adiós guerras con el vecino... porque no había fronteras que defender). Vale: a cambio comían kilos de insectos (muy saludables, por cierto, pura proteína, cero grasas)... pero a ellos les sorprendería posiblemente vernos comer en McDonald's. (Me incluyo).

Sin embargo, nuestra sociedad, hoy, se instala (se apalanca) en donde tiene la hipoteca o el crédito de la tienda de la esquina. 'Como para irse ahora', piensa más de uno. 

La educación de la tribu se supeditaba al éxito de la tribu: cómo cazar antílopes sin armas (persiguiéndolos durante kilómetros hasta que morían desfondados), cómo leer excrementos de bisonte, cómo conseguir agua cortando tallos, cómo protegerse del frío, qué plantas eran mortales y cuáles te hacían ver cielos con diamantes.

Nuestro sistema educativo, hoy, celebra la fabricación de operarios hiperindividualistas en serie - sean de cadena de montaje, o de despacho en madera de nogal que trabajan para terratenientes y colosos de las finanzas.

No - quizás no esté tan claro que esta sociedad sea tanto mejor. ¿De veras hemos avanzado personalmente?

Por eso hay tanto cambio latente que pugna por salir:

Compartición de recursos entre emprendedores, escuelas-en-casa, retorno a la alimentación no procesada, relaciones de pareja abiertas y cuidado de niños en nuevas multiunidades familiares, frugalidad en el gasto por cosas a favor de vivencias experienciales, repoblación de pueblos abandonados, (re)creación de economías no-dinerarias, hartazgo de cualquier figura de autoridad (poder, control, cercenante, desde el profesor hasta el dignatario), 15-Ms en todo el mundo.

¿Y donde quedará el próximo cambio de sentido...?

No busquen en el mapa: no viene.

Nos toca crear.

Aquí.

Ahora.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Subjetividad

Es inevitable: juzgamos por las apariencias. Es innegable. Incontestable.

La legislación y la educación buscan 'unificar' nuestras percepciones para ser socialmente (y políticamente) aceptables, lo cual es... contra-natura. De ahí la dificultad (¿imposibilidad?) intrínseca para los profesionales de lo objetivo: jueces, periodistas, maestros, árbitros...

Pero, de nuevo, ese es uno de los roles del sistema educativo.

Sea por grupo étnico (raza solo hay una: la humana), status social, nacionalidad, vestimenta, lugar donde trabaja, orientación sexual, género, atractivo físico... absorbemos en milisegundos las primeras impresiones y automáticamente clasificamos (y nos clasifican) en 'cajas' y compartimentos de aquello previamente conocido o experimentado: 'éste es (introdúzcase aquí filiación política, religión, acento al hablar), por tanto es (añádase epíteto)'.

Operamos con infinidad de pre-juicios constantemente, muchos de ellos inútiles... o erróneos/limitantes que cierran opciones.

Lo paradójico es que, de hecho, necesitamos una ingente cantidad de pre-juicios y asunciones para operar con normalidad: no podemos procesar conscientemente todas y cada una de las percepciones en nuestro día a día porque sería literalmente imposible siquiera dar un paso.

Un proceso de coaching permite una pequeña 'situación de laboratorio' en ocasiones para experimentar con los pre-juicios ('bajándolos' del inconsciente al consciente), testándolos, sustituyéndolos por otros más efectivos si fuera el caso y volviendo a 'subirlos' al inconsciente (mediante el hábito).

Si el coaching está bien hecho, el cliente/coachee adquirirá la habilidad, además, de testar estos hábitos por sí mismo cuando quiera que haga falta.

Ése, y no otro, es el éxito de un buen Coach.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Eternizando el debate

La exprimida discusión acerca de si 'el emprendedor nace o se hace' y su (aparente) falta de respuesta es una de los razones más sutiles por la que miles de personas se dan la razón cada mañana para no dirigirse a su jefe y despedirle.

El Homo Sapiens, tribal, cooperativo y simbiótico es genéticamente más 'nosotros' que el artificio forzado social y capitalistaferoz del Homo Economicus que se deteriora en su solitaria y fraternal lucha contra otros por los recursos disponibles (comida, espacio vital, parejas, hipotecas). Y mientras, las empresas invierten millones en talleres para enseñarnos recordarnos cómo trabajar en equipo.

La dislocación entre 'quiénes somos' vs. 'lo que quieren que seamos' genera una de las más recurrentes razones de la existencia del Coaching: mientras el primero emprende y desarrolla su propio camino, el segundo acaba trabajando para pagar deudas.

El Coaching dejaría de existir en el momento en el que cada uno fuera quien 'es' - no quien 'crea que debe ser', 'cree que los otros quieren que sea', o 'le presionan para que sea'. Mi sueño personal.

¿Utópico?

No lo creo.