Los cambios acaban siendo solamente posibles mediante la insistencia, la implantación, los procesos, las acciones concretas. Muchos buscan el 'arreglo rápido', esa varita mágica que dé la vuelta a la situación por la que vive una persona.
Secretos, pocos. En coaching, y antes de que existiera éste, las cosas se conseguían mediante el esfuerzo de materializar (la parte que nos toca, al menos, no la que depende de factores externos) las ideas creativas de uno. De magníficas ideas sin realizar están llenas los cementerios. Todos somos espectacularmente creativos en una charla de café.
A veces, sí, es necesario dejar de tener ideas para no dispersar la energía de convertir una concreta en realidad. Muchos pre-emprendedores aguardan una idea maravillosa cuando estas son efímeras, fáciles de imitar, volátiles. Es la ejecución de las mismas la que encierra el fruto del éxito.
Sí, los milagros existen - si por ellos entendemos la capacidad de materializar cosas que antes no había, en un margen de tiempo que no siempre controlamos... pero cuyo kairós (momento preciso) se acerca un segundo cada vez a nosotros con nuestro premio.
Lo que no existe es la magia.
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