sábado, 28 de mayo de 2011

Hacer coaching no es ser optimista

Considero que, cuando se avecina un huracán (o está en mitad de uno, como sienten muchos coachees-clientes), un optimista aguarda, sonriendo (¿la sonrisa del ahorcado?) a que la tempestad amaine.

No, en coaching no somos optimistas: somos positivos - que no es lo mismo. La diferencia estriba en que con una disposíción positiva tienes la certeza (o casi) de que hay una (y más) soluciones ante esa tormenta: es cuestión de pensar, visualizar, actuar. Con esa certidumbre, nuestro cerebro se relaja y puede anticipar con criterio... y agilidad. Sin él, el miedo puede pasar de un salto al pánico. Y entonces ya no regimos - nos arrastra el instinto de supervivencia.

No, no somos optimistas.

Pero somos incombustibles co-buscadores de opciones válidas.

Eso es ser positivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario